martes, 30 de agosto de 2011

Origen de la palabra "Atroz"

Este adjetivo, a partir del cual se formó el sustantivo atrocidad, nos viene del latín atrox, atrocis, que significaba 'amenazante', 'siniestro', 'funesto', 'intimidante', sañudo. Cicerón escribió en cierta ocasión atrocissimae litterae, para referirse a cierta 'carta muy amenazante'. Tácito, por su parte, dijo Agrippina semper atrox (Agripina siempre sañuda) al mencionar a la poderosa Vipsania Agripina, esposa de Tiberio.

Origen de la palabra "Emboscada"

Una emboscada es una celada, una trampa que se tiende a alguien para tomarlo por sorpresa o, en la confusa definición del diccionario académico, "ocultación de una o varias personas en parte retirada para atacar por sorpresa a otra u otras" y también "asechanza, maquinación en daño de alguien". Se formó a partir del participio pasivo del verbo emboscar.
 
No se trata de una palabra de origen latino sino que fue llevada al Mediterráneo por los invasores germánicos, bajo la forma bosk, que dio lugar en español a bosque, en francés a bois y en italiano, a bosco. De bosk se derivaron además el alemán busch y el inglés bush, ambas con el doble significado de 'arbusto' y 'bosque'. 

En el Diccionario español-latino de Antonio de Nebrija (1495), emboscar significaba 'meter en el bosque' o 'convertir [un lugar] en un bosque'. El significado de 'celada' o 'maquinación contra alguien' solo apareció en el siglo XVI, como calco semántico del italiano imboscare.
En portugués coloquial es común la expresión 'cama de gato' con la denotación de emboscada. 

jueves, 25 de agosto de 2011

Origen de la palabra "Sumiller"

En los restaurantes más refinados, raramente falta la figura del sumiller, un especialista en vinos cuya formación le permite recomendar a los comensales qué vino se adecua mejor a cada plato. Si es un estudioso de su profesión, el sumiller conocerá la historia de cada vino, lo sabrá todo sobre la región donde ha sido producido y podrá, incluso, aconsejar al cliente sobre las características de cada cosecha.

La palabra española sumiller proviene del francés sommelier, del mismo significado.

Se cuenta que en la Francia medieval, los señores solían llevar en sus viajes a un funcionario que se encargaba de transportar sus pertenencias más valiosas, entre ellas, sus mejores vinos, y las cargaban en burros y mulos, llamados en francés bêtes de somme 'bestias de carga'. Estos funcionarios se llamaban sommerier, nombre que en el francés moderno fue alterado a sommelier para designar no ya a los que cargan los vinos, sino, como vimos más arriba, a los que se especializan en ellos.

Sumiller se usa más en España, mientras que en América se suele emplear el vocablo francés.

"Hacer falta" no es una expresión invariable

La expresión hacer falta  no es invariable; es decir, se debe establecer la concordancia entre hacer y su sujeto: «Hacen falta muchas cosas» y no «Hace falta muchas cosas».

Sin embargo, en los medios de comunicación aparecen en ocasiones frases como «Hizo falta más de cuatro horas para seleccionar al tribunal o «Solo hizo falta dos vueltas para acabar con todo lo que había mostrado», en las que lo adecuado hubiera sido decir «Hicieron falta más de cuatro horas para seleccionar al tribunal» y «Solo hicieron falta dos vueltas para acabar con todo lo que había mostrado».

"Hacer acto de presencia"

Se constata el frecuente empleo de hacer acto de presencia con el sentido de 'presentarse', 'acudir', 'comparecer', 'llegar' o 'personarse'. Así, leemos: «Las autoridades invitadas al funeral hicieron acto de presencia de forma escalonada»; «Los "cazadores de gangas" hicieron acto de presencia en Wall Street» o «El calor comenzó ayer a hacer acto de presencia, con unos 30 grados centígrados de máxima».

Acto de presencia significa 'asistencia breve y puramente formularia a una reunión o ceremonia'. Según esta definición, lo que se dice en los textos citados es que las autoridades aparecieron fugazmente en el funeral, una tras otra, solo para que las viesen allí; que los «cazadores de gangas» se presentaron, por cumplir, en Wall Street, pero se fueron en seguida, o que el calor empezó a asomar porque las fechas así lo exigían, pero sin intención de quedarse durante todo el verano.

Se recomienda, por lo tanto, reservar el uso de la expresión hacer acto de presencia para los casos en los que se trate de una asistencia breve y formularia, y cuando se quiera indicar que alguien se personó en algún lugar, utilizar los verbos presentarse, acudir, personarse, llegar, comparecer...

"Había muchas personas", no "habían muchas personas"

Se recuerda que cuando el verbo haber se usa como impersonal debe emplearse siempre en singular: había muchas personas, no habían muchas personas.

El uso impersonal del verbo haber, entre otras funciones, tiene la de señalar la presencia o la existencia de lo referido por aquella palabra o palabras a las que acompaña, como en «aquí hay mucha gente» o «ha habido cierto avance en las negociaciones».

Este uso del verbo haber no tiene forma plural, es decir, no debe escribirse habían muchas personas ni habrán muchas personas, sino había muchas personas y habrá muchas personas.
Se trata, sin embargo, de una regla frecuentemente olvidada en algunos medios de comunicación, en los que aparecen expresiones como «han habido pocos avances en las negociaciones» o «hubieron numerosos disturbios», en lugar de «ha habido pocos avances en las negociaciones» o «hubo numerosos disturbios».

miércoles, 24 de agosto de 2011

Origen de la palabra "Gitano"

Los gitanos son nómadas dispersos actualmente en pequeños grupos por diversos países de varios continentes, pero es en España donde todavía permanece el mayor contingente de este pueblo que ha ejercido influencia en la lengua, en las costumbres y en la música de los españoles. 

La lingüística es la herramienta más importante para rastrear el pasado de los gitanos, en cuya lengua, la romaní, se han encontrado numerosas semejanzas con idiomas indoeuropeos hablados en el noroeste de la India. 

Estos pueblos empezaron a salir de la India con rumbo a Occidente a partir del siglo V d. de C., pero las migraciones más numerosas, que los llevaron al Asia Menor y a Grecia, desde donde emprendieron su periplo por Europa, ocurrieron en el siglo XI. Hacia el siglo XVII, se habían establecido en varias regiones del este europeo, en los países escandinavos, en Gran Bretaña y en España. 

Por esa época, los gitanos habían olvidado de dónde habían partido sus antepasados; suponían y afirmaban que eran oriundos de Egipto, el último punto que guardaban en su memoria colectiva de ese recorrido de tantos siglos desde otro continente. Por esa razón, en la Península Ibérica fueron llamados egiptanos, un gentilicio que no demoró en convertirse en gitanos en castellano y en ciganos en portugués.

lunes, 22 de agosto de 2011

Origen de la palabra "Rinoceronte"

El rinoceronte es, ciertamente, un animal extraño, tan extraño como su nombre, al punto de que durante un largo tiempo, hacia fines de la Edad Media, muchos europeos pensaban que no existía, que era una invención fantasiosa de los viajeros que visitaban tierras remotas, en las que todo era posible o, al menos, así lo creían. 

Sin embargo, los antiguos griegos ya sabían de él y lo habían llamado rhinokheros, rinokherontos) nombre formado por rhinos 'nariz' y kheras 'cuerno', en alusión al (o los) cuerno(s) que el rinoceronte tiene encima del hocico, que tal vez haya sido la inspiración para el mito del unicornio. Se enumeran cinco especies de este animal: de la India, conocido como Rhinoceros unicornis; de Java o Rhinoceros sondaicus; de Sumatra, Dicerorhinus sumatrensis; rinoceronte blanco africano, llamado Ceratotherium simum, y africano negro de dos cuernos, clasificado como Diceros bicornis.

jueves, 18 de agosto de 2011

"Fin a", uso incorrecto

Se advierte del uso erróneo de la expresión fin a para contar que algo se ha acabado y recomienda que para este uso se empleen otras formas como fin de, final de, conclusión de, dar fin a, poner fin a, etc.

Con frecuencia, en los medios de comunicación, especialmente en los titulares, aparecen expresiones como «Fin a la huelga de transportes» o «Fin a un pleito por el terreno de una escuela», con la preposición a en lugar de de.

Los sustantivos fin, final o conclusión funcionan con la preposición de para los casos en los que se dice que algo concluye, por lo que en el ejemplo anterior se debería haber escrito: «Fin de la huelga de transportes» o «Fin de un pleito por el terreno de una escuela».

Además, se recomienda que se use también poner fin a o dar fin a para expresar dicho significado como en «El piloto de Ducati ganó el GP de Aragón, poniendo fin a una sequía de triunfos» o «El cantante Chayanne dio fin a su concierto en Honduras con el tema Torero».

"Féretro" y "sarcófago"

Se ha observado que se emplean indistintamente las palabras féretro y sarcófago en noticias como: «... se ha intentado visualizar el contenido del sarcófago a través de rayos X, pero el grosor de las paredes de mármol del féretro lo impide, por lo que se estudia la posibilidad de abrirlo».

Con féretro nos referimos a la urna o caja cerrada, generalmente de madera, en la que se transporta el cadáver de una persona; se refiere, por tanto, a un objeto movible (del latín ferre 'llevar'). En cambio, con sarcófago se alude a la construcción, generalmente de piedra, y con ubicación fija, que contiene uno o varios cadáveres introducidos o no en sendos féretros.
En el ejemplo anterior, por tanto, son las paredes del sarcófago y no las del féretro las que dificultan la visión del interior.

Por ello, se recomienda emplear féretro para referirse a la caja utilizada para transportar el cadáver de una persona y sarcófago solo en los casos en los que nos refiramos a una construcción inamovible utilizada para dar sepultura a uno o varios cadáveres.

miércoles, 17 de agosto de 2011

"Se fijó en que", no "se fijó que"

Cuando el verbo fijarse significa 'reparar en algo o darse cuenta' se construye con un complemento introducido por la preposición en, por lo que la expresión correcta es se fijó en que, no se fijó que.

En ocasiones los medios de comunicación emplean la forma incorrecta se fijó que: «Se fijó que lucía el anillo de compromiso de zafiro», «No se fijó que había una señal que restringía el paso de vehículos».

En estos casos fijarse exige un complemento introducido por en («se fijó en él»), aunque en vaya seguida de que («se fijó en que una de las víctimas era muy joven»). La supresión de la preposición lleva al frecuente error denominado queísmo.
Por ello, en los ejemplos anteriores lo adecuado hubiera sido: «Se fijó en que lucía el anillo de compromiso de zafiro», «No se fijó en que había una señal que restringía el paso de vehículos».

Sin embargo, cuando este verbo se usa con el sentido de 'determinar o establecer algo', fijar se construye sin la preposición: «Se fijó que el acuerdo tendría lugar antes del mes de mayo». Lo mismo ocurre si se utiliza en forma imperativa: «Fíjate qué suave».

"Feminicidio" no es el asesinato de una mujer

La palabra feminicidio no debe emplearse para aludir al asesinato de una mujer.
La palabra feminicidio se aplica al asesinato sistemático de mujeres en contextos donde se considera social o culturalmente aceptable, y en este sentido es similar al genocidio, solo que limitado al sexo femenino. Por ejemplo, hay culturas donde el feminicidio consiste en dar muerte a las niñas cuando nacen. La formación de la palabra no es incorrecta y alude a una realidad muy concreta, por lo que no debe censurarse su uso.

Sin embargo, se ha observado que feminicidio se está aplicando también a los homicidios en los que la víctima es una mujer, como «En el año 2007 se registraron 99 feminicidios» o «Este es el segundo caso de feminicidio de la semana».

Dado que la palabra ya tiene un sentido muy preciso y aceptado, hay que evitar introducir esta ambigüedad. Para el homicidio de la esposa, que se puede extender al de la compañera, ya existe la palabra uxoricidio, aunque se usa poco; por ello, es preferible hablar de 'mujeres asesinadas', como «En el año 2007 fueron asesinadas 99 mujeres» y «Esta es la segunda mujer asesinada de la semana».

La Real Academia Española, recomienda que la palabra feminicidio se restrinja al asesinato sistemático de mujeres y que para referirse a una sola persona se diga 'mujer asesinada'.

"Favoritismo" no es lo mismo que "condición de favorito"

Se recuerda que no es apropiado hablar de favoritismo para dar a entender que un equipo es el favorito en una competición.

Con motivo de la Copa Mundial de la FIFA, prolifera en algunos medios el empleo del sustantivo favoritismo con un sentido impropio: «Alemania confirmó su favoritismo»; «Claro favoritismo de Inglaterra en las apuestas, ante EE. UU.»; «Los choques de apertura del grupo B corroboraron el favoritismo de los sudamericanos».

En español, favoritismo no significa 'condición de favorito', sino que alude a la preferencia injusta por algo o alguien, al margen de sus méritos; se dice, por ejemplo, que ha habido favoritismo cuando alguien ocupa un puesto de trabajo pese a tener menos cualidades para él que los demás candidatos que se habían presentado.

Se recomienda, pues, evitar este uso de favoritismo con el significado de 'condición de favorito' y emplear, en su lugar, esta última expresión u otras que resulten apropiadas.
Por ejemplo, en las frases anteriores podría haberse dicho: «Alemania se confirmó como favorita», «Clara ventaja de Inglaterra en las apuestas, ante EE. UU.» o «Los choques de apertura del grupo B corroboraron la condición de favoritos de los sudamericanos».

Origen de la palabra "Cuatrero"

Muchas personas suponen que la etimología de cuatrero es la misma que la de cuadrilla, puesto que el primer vocablo se refiere a un delincuente, y el segundo, a un grupo de ellos. La respuesta es que ambas palabras responden a etimologías diferentes y sólo tienen en común el hecho de derivarse del número cuatro, aunque por diferentes caminos. 

Los latinos llamaban a los cuadrúpedos animalia quadrupedia 'animales de cuatro patas', lo que dio lugar en el español medieval a cuadrupea y a formas semejantes, tales como el localismo quatropea, usado en algunos lugares. De este origen es la antigua germanía española cuatro (caballo), de la cual se derivó cuatrero 'ladrón de caballos'. Cuadrilla, en cambio, proviene de la costumbre militar medieval de dividir un batallón o una hueste en cuatro partes para repartir el botín. Luego se llamó así a un 'bando o facción', no necesariamente violento y, más tarde, a un 'grupo de personas que se unen para un fin determinado', sobre todo si van armadas.

lunes, 15 de agosto de 2011

Origen de la palabra "Galpón"

Esta palabra de origen americano significa 'barraca de construcción simple' y es poco conocida en la Península Ibérica, aunque hacia comienzos del siglo XVII se usaba en Castilla galpol, que le dio origen y que significaba 'gran salón de un palacio'.

Galpol había sido llevada a España desde México, como corrupción de la voz náhuatl kalpulli 'casa grande o sala grande'. Era con ese sentido que Fernández de Oviedo usaba galpón en 1535, como referencia al palacio de Moctezuma. La palabra se extendió rápidamente, tanto que en 1602 el peruano Garcilaso la empleaba en Perú con la denotación de 'casa grande donde habitan varias familias'.

"Falsificar" y «falsear»

Se recomienda que se emplee el verbo falsificar cuando se hable de la acción de hacer una copia de un documento u objeto para que pase por auténtica y falsear cuando se trate de transformar la realidad de algo.

Si bien los dos verbos son sinónimos, se considera más adecuado decir «cae una red en Caracas que falsificaba licencias de conducir» que «cae una red en Caracas que falseaba licencias de conducir».

De la misma manera, entiende que es preferible decir «fulanito falseaba la realidad para obtener el apoyo de varias organizaciones» que «fulanito falsificaba la realidad para obtener el apoyo de varios organizaciones».

En algunos medios de comunicación se habla indistintamente de falsear y falsificar y aunque puedan usarse como sinónimos, la RAE, recomienda que cuando se trata de hacer una copia de algo para que pase por verdadera (dinero, textos, escritos...) se use el verbo falsificar y se deja falsear para la acción de «transformar la realidad de algo, ya sea material o inmaterial».

"Exportar a otros países" es redundante

Se aclara que la expresión exportar a otros países es redundante.
Es muy habitual leer en los periódicos y oír en los noticieros de radio y televisión la expresión exportar a otros países: «Evalúan exportar a otros países el proyecto regional agrícola del MAT»;  «Debido a la sobreproducción de azúcar se negocia para exportarla a otros países». 

Por ello, esa expresión solo es apropiada cuando de lo que se habla es de que ya se está exportando algo a algún país y se pretende ampliar dicha exportación a más sitios; pero es redundante cuando lo que se quiere decir es simplemente que algo se va a vender fuera del país donde se produce.

En ese caso basta con usar el verbo exportar, pues en su significado ya está implícito el hecho de que el destinatario es otro país u otros países: «Evalúan exportar el proyecto regional agrícola del MAT»; «Debido a la sobreproducción de azúcar se negocia para exportarla».

Origen de la palabra "Rococó"

Estilo que predominó en la arquitectura y en las artes plásticas de Francia durante el reinado de Luis XV. 

Palabra originada en la lengua francesa, proveniente de rocaille, nombre de la decoración hecha con incrustación de conchas, pedruscos y pequeños pedazos de vidrio colorido, que se usaba en las paredes de grutas y jardines. A su vez, rocaille fue, inicialmente, un vocablo familiar, derivado de roc, forma antigua de la palabra francesa roche 'roca', con origen en el latín vulgar rocca. El estilo rococó (también llamado estilo Luis XV) surgió en Francia a comienzos del siglo XVIII, tras el barroco. 

Se impuso en la corte por influencia de madame Pompadour y mantuvo su papel dominante hasta el advenimiento del neoclásico, hacia 1770. Sin embargo, la palabra que le da nombre apareció en época bastante posterior: sus primeros registros aparecen en Stendhal, en 1829, tras haber surgido en los estudios de los artistas plásticos por la profusa utilización de la rocaille en las obras de estilo rococó. En la temática pictórica de esta escuela, predominan los temas galantes de la vida cortesana, la mitología erótica y las escenas pastoriles, aunque también hay asuntos religiosos y templos construidos en ese estilo.

jueves, 4 de agosto de 2011

"Estar atento a", no "estar atento de"

Se advierte de que la expresión estar atento de es impropia y que en su lugar debe usarse estar atento a.

Con la expresión estar atento, aquello a lo que se presta atención se introduce con la preposición a, no con la preposición de, como se ve en muchas informaciones: «Cientos de personas estuvieron atentas del vaticinio del pulpo 'Paul'»; «El Gobierno estará atento de que se respete el debido proceso en el caso del periodista».

Por ello, se señala que en los anteriores ejemplos debería haberse empleado la preposición a: «Cientos de personas estuvieron atentas al vaticinio del pulpo 'Paul'»; «El Gobierno estará atento a que se respete el debido proceso en el caso del periodista».

"Esperar que" y "esperar a que" no son lo mismo

Se advierte de que las construcciones esperar que y esperar a que tienen significados diferentes y, por lo tanto, no deben usarse indistintamente.

Esperar que se emplea cuando se tiene la esperanza de que suceda algo y esperar a que cuando se está esperando a que suceda algo. Por lo tanto, si se dice «Espero que venga Juan» queremos decir que se confía en que venga esa persona, pero si, por el contrario, lo que se dice es «Espero a que venga Juan» estamos dando a entender que se estará el tiempo que sea necesario hasta que Juan llegue.

Es por ello que se  insiste en que las construcciones esperar que y esperar a que no son lo mismo y, por ello, no deben confundirse.

"Especulación" y "especular", uso abusivo

Se recomienda que no se abuse de los términos especulación y especular, muy utilizados en lugar de otros como cálculo, presunción, suposición, sospechar, conjeturar, rumorear, tener en cuenta, etc.

En los medios de comunicación, se ha detectado que, se produce un uso excesivo de especulación y del verbo especular para referirse a una idea o pensamiento no fundamentado y formado sin atender a una base real: «No hay que especular sobre el accidente»; «Se especula con la posibilidad de prolongar la línea de metro»; «El futbolista afirma que es una especulación que tenga tendinitis crónica».

Por ello, se recuerda que, aunque en ocasiones es correcto emplear estas palabras, no se debe abusar de ellas ya que en español existen equivalentes, como conjeturar, suposición, presunción, entre otras.

"Escritura de los numerales compuestos: «74.000» espectadores, no «74 mil» espectadores"

Se recuerda que en la escritura de los numerales compuestos de dos palabras nunca deben mezclarse cifras y letras: 74 000 espectadores, no 74 mil espectadores.
Cuando se trata de cantidades en miles hay que tener en cuenta que mil no es un sustantivo, sino que forma parte de un adjetivo numeral compuesto por dos palabras y no deben escribirse con cifras y letras.

Por lo tanto, no es correcto escribir «El estadio tiene capacidad para 74 mil espectadores» ni «Su fortuna asciende a 600 mil euros»; las formas correctas son «El estadio tiene capacidad para 74 000 espectadores» y «Su fortuna asciende a 600 000 euros».

La Fundéu advierte de que, sin embargo, millón, billón, trillón y cuatrillón son sustantivos y, por lo tanto, no hay ningún problema en mezclar cifras y letras: «14 millones de personas».

Además, como millón, billón, trillón y cuatrillón son sustantivos, el elemento al que cuantifican va precedido de la preposición de: «un millón 'de' personas»; «2 billones 'de' euros».

"Escenario"

Se advierte del uso anglicado de la palabra escenario con el significado de 'contexto' o 'panorama': «Mejorarán los escenarios económicos del año próximo» y recomienda el uso de términos como panorama, contexto, situación, entorno o ambiente.

También es anglicismo utilizar esta voz en lugar de guión, argumento, esquema, borrador, escrito de primera intención, esbozo u original del rodaje de una película en el que se describen escenas y personajes.

Sí es correcta la palabra escenario para hacer referencia al lugar en el que se desarrolla una acción o suceso: «La policía llegó al escenario del crimen».

Se recomienda que se evite el uso del anglicismo «escenario» cuando se haga referencia al aspecto o visión de conjunto que presenta un asunto o situación (escenario económico, escenario político, escenario sanitario) y se cambie por contexto, panorama, situación, ambiente... según sea el caso.

"En relación a" es una expresión incorrecta

En relación con es la forma correcta para designar que algo tiene conexión o correspondencia con algo es y no en relación a, según el Diccionario panhispánico de dudas.

Es habitual emplear de forma incorrecta la expresión en relación seguida de la preposición a, como se ve en los siguientes ejemplos: «En relación a la situación legal, 10 de ellas tenían medidas de protección en vigor en el momento de su asesinato» o «Detienen a un joven de una población tachirense en relación a la muerte de su pareja por un disparo».

Sin embargo, en los anteriores ejemplos hubiera sido más recomendable escribir: «En relación con la situación legal, 10 de ellas tenían medidas de protección en vigor en el momento de su asesinato» y «Detienen a un joven de una población tachirense en relación con la muerte de su pareja por un disparo».

También es válida la expresión con relación a: «El Gobierno ha aclarado que, con relación a la escaces de alimentos, pondrá la lupa a los acaparadores».

Origen de la palabra "Caco"

En el castellano de hoy, un caco es un ladrón hábil, capaz de robar sin que nadie lo perciba y de huir con facilidad. 

Caco era un dios menor de Roma, hijo de Vulcano, que vivía en una gruta del Aventino. Cuando Hércules volvía de una misión con las reses que le había sacado a Gerión, Caco le robó cuatro vacas y cuatro bueyes. Utilizó la artimaña de hacerlos caminar hacia atrás, de manera que las huellas señalaran que los animales habían salido de la gruta donde los había guardado y no que habían entrado en ella. Hércules fue engañado por este ardid, hasta que uno de los animales mugió y puso el robo en evidencia. Hércules mató entonces al pequeño dios ladrón, que quedó convertido hasta nuestros días en una especie de símbolo de los ladrones.

miércoles, 3 de agosto de 2011

"Los epicentros no suceden", sino que "se localizan en un lugar"

Los epicentros no son hechos o eventos, sino puntos o lugares de la corteza terrestre, y por lo tanto lo correcto es decir que se localizan en un lugar, y no que suceden.

En las noticias relacionadas con el terremoto de Chile, algunos medios de comunicación se refieren al epicentro del movimiento sísmico como si se tratara de un hecho o suceso: «El epicentro se produjo en el Mar chileno, frente a las localidades de Curanipe y Cobquecura cerca de 150 kilómetros al noroeste de Concepción. Las zonas más afectadas por el terremoto fueron las regiones chilenas de Valparaíso, Metropolitana de Santiago, O'Higgins, Maule, Biobío y La Araucanía y fue percibido en gran parte del Cono Sur con diversas intensidades, en lugares como Buenos Aires y São Paulo».

Epicentro significa ‘centro superficial del área de perturbación de un fenómeno sísmico’, según lo define el Diccionario de la Real Academia Española.

Es decir, se trata de lugares o puntos de la corteza terrestre, por lo cual resulta inadecuado decir que ocurren o se producen; lo apropiado es hablar de que se localizan.

En consecuencia, en el ejemplo anterior debería haberse dicho: «El epicentro se localizó en el Mar chileno, frente a las localidades de Curanipe y Cobquecura cerca de 150 kilómetros al noroeste de Concepción. Las zonas más afectadas por el terremoto fueron las regiones chilenas de Valparaíso, Metropolitana de Santiago, O'Higgins, Maule, Biobío y La Araucanía y fue percibido en gran parte del Cono Sur con diversas intensidades, en lugares como Buenos Aires y São Paulo».

"Entreveer", deformación del verbo "entrever"

Se advierte sobre la forma entreveer, deformación del verbo entrever ('ver confusamente algo', 'atisbar', 'vislumbrar'). Este verbo está formado por el prefijo entre- y el verbo ver, mientras que la forma vulgar, entreveer, surge por analogía con la forma híbrida preveer, cruce de prever y proveer, igualmente errónea.

El vulgarismo entreveer se oye en ocasiones en los medios audiovisuales y aparece por escrito en periódicos digitales, en frases como «El futuro de este jugador se puede entreveer después de los éxitos de esta temporada»; «Esto nos hace entreveer un poco el estado de ansiedad en el que se deben encontrar los ejecutivos de microsoft» o «La encuesta deja entreveer los principales problemas a los que se enfrenta esta etnia».

Debe evitarse siempre el empleo de entreveer; la forma correta es entrever, que se conjuga como ver, aunque en el verbo entrever hay formas que llevan tilde (entrevé, entrevés, entrevéis, entrevén, entreví, entrevió) y que no la llevan, en cambio, en ver.

"En materia de" muchas veces es innecesario

Se recomienda no abusar de la expresión en materia de cuando pueda ser sustituida por otras soluciones más sencillas como de o sobre.

Los medios de comunicación hacen un uso abusivo de la construcción en materia de, que significa 'hablando de' o 'en lo relativo a', ya que en la mayoría de los casos es innecesaria y puede ser fácilmente sustituida por de o sobre.

 Así, es común leer y escuchar frases como: «La MUD exige al Ministerio de Agricultura que 'cumpla sus compromisos' en materia agrícola»; «La ONA espera una reacción del Gobierno de Venezuela en materia de dopaje».

En los anteriores ejemplos, se podría haber optado por «La MUD exige al Ministerio de Agricultura que 'cumpla sus compromisos' de materia agrícola»; «La ONA espera una reacción del Gobierno de Venezuela sobre el dopaje».

"En la medida (en) que", no "en la medida de que"

Es frecuente que los medios de comunicación empleen la construcción inadecuada en la medida de que: «La compañía seguirá ofreciendo esta salida a los empleados en la medida de que disponga de los fondos necesarios»; «Si la ciencia se ha convertido en una fuerza de transformación, esa fuerza se orientará de forma positiva solo en la medida de que su producción esté impregnada...».

El Diccionario panhispánico de dudas señala que «en la medida de que» es una variante incorrecta de la construcción en la medida (en) que, una locución que significa 'en la proporción en que o en correspondencia con el hecho de que': «Todo está bien en la medida en que las cosas pueden estar bien en un país atorado en la crisis...».

Así pues, en los ejemplos anteriores lo apropiado habría sido escribir: «La compañía seguirá ofreciendo esta salida a los empleados en la medida (en) que disponga de los fondos necesarios»; «Si la ciencia se ha convertido en una fuerza de transformación, esa fuerza se orientará de forma positiva solo en la medida (en) que su producción esté impregnada...».

"En función de", no "en función a"

En función de es la manera adecuada de escribir la expresión que significa ‘según’ o ‘dependiendo de’; la forma en función a, es incorrecta.

Sin embargo, en ocasiones se utilizan frases en las que se escribe en función a: «El importe variará en función a las nuevas decisiones», «Los resultados obtenidos en función a estas acciones fueron tímidos»; 

Tal como  indica  el Diccionario panhispánico de dudas, en esta locución no es apropiado sustituir la preposición de por a.

Por tanto, en los ejemplos anteriores lo correcto hubiera sido: «El importe variará en función de las nuevas decisiones» y «Los resultados obtenidos en función de estas acciones fueron tímidos».

Origen de la palabra "Piano"

Este instrumento fue inventado en 1698 por el fabricante florentino de clavecines Bartolomeo Cristofori, cuyo primer modelo quedó listo en 1709 y se llamó gravicembalo col piano e forte (clavecín con suave y fuerte), aunque fue más conocido inicialmente como pianoforte, que más tarde se abrevió a piano y así llegó a nuestra lengua. En la actualidad se conocen dos pianos fabricados por Cristofori: uno de ellos, de 1720, está en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York; el otro, fechado en 1726, se exhibe en el museo de la Universidad Karl Marx, de Leipzig. 

Cristofori llevó adelante su proyecto del piano al constatar que el clavecín no permitía hacer que los tonos fueran más suaves —en italiano, piano— o más fuertes o recios —en italiano, forte—.

martes, 2 de agosto de 2011

"Donde", uso correcto

1. Adverbio relativo de lugar que introduce oraciones subordinadas con antecedente o sin él: «Fueron hasta la casa donde él se alojaba» (Alfaya Traidor [Esp. 1991]); «Yo iré donde tú vayas» (Chao Altos [Méx. 1991]). Es palabra átona que debe escribirse sin tilde, a diferencia del adverbio interrogativo o exclamativo dónde (  dónde). Se hace tónico, aunque sigue escribiéndose sin tilde, cuando se coordina con otro adverbio relativo y no es el último elemento de la coordinación: Trabajaré donde (pron. [dónde]) y cuando yo quiera.

2. Puede ir precedido de las preposiciones a, de, desde, en, hacia, hasta, para y por, con las que se indican distintas relaciones de lugar (destino, origen, situación, dirección, tránsito): «Vámonos a donde tú quieras» (Herrera Casa [Ven. 1985]); «Yo podría olvidar [...] los lugares de donde vengo» (Labarca Butamalón [Chile 1994]); «En una esquina hay una cantina desde donde se oye la algarabía de los clientes» (Gallegos Pasado [C. Rica 1993]); «No vas a poder cazar en donde ya sabes» (RRosa Sebastián [Guat. 1994]); «Corrimos hacia donde yacía, ya muerto, el ciervo colorado» (Guido Invitación [Arg. 1979]); «El escritor va hasta donde se encuentra la televisión» (López Vine [Méx. 1975]); «Su decisión entreabrió una puerta por donde cabía el mundo entero» (GaMárquez Amor [Col. 1985]). La preposición a puede soldarse a este adverbio, dando lugar a la forma adonde (  adonde): «Llévame adonde tú vayas» (Omar Hoy [Esp. 1989]).

3. Cuando el verbo implica movimiento, para indicar destino, pueden emplearse las formas a donde (o adonde;   adonde, 1) y donde: Iré a donde tú vayas / Iré donde tú vayas; La casa adonde te llevo está cerca / La casa donde te llevo está cerca. Debe evitarse hoy el uso de a donde (o adonde) para indicar ‘lugar en donde’ (  adonde, 2): Marca de incorrección.El apartamento a donde vivo es grande.

4. Para indicar estado o situación (‘lugar en donde’), es opcional el uso de la preposición en ante el relativo donde, aunque, cuando no hay antecedente, suele ser más frecuente la ausencia de preposición: Ponlo donde quieras / Ponlo en donde quieras; La habitación en donde duermo es pequeña / La habitación donde duermo es pequeña.

5. Es arcaico, y debe evitarse hoy, el uso de donde con antecedente temporal: Marca de incorrección.Fueron años donde se pasaron calamidades; Marca de incorrección.Será al atardecer donde se producirán los chubascos más fuertes. En estos casos deben usarse los relativos (el) que o el cual precedidos de la preposición correspondiente, o bien, si lo admite la sintaxis de la frase, el adverbio relativo cuando: Fueron años en (los) que / durante los cuales se pasaron calamidades; Será al atardecer cuando se producirán los chubascos más fuertes.

6. En el habla coloquial se usa a veces como preposición, con el sentido de ‘junto a’ o ‘a casa de’: «Luego fue donde Freddy y se lo contó todo» (Vergés Cenizas [R. Dom. 1980]); «Violeta fue donde Marcelina a preguntarle qué pasaba» (Serrano Vida [Chile 1995]); «Voy donde el abuelo» (ASantos Vis [Esp. 1992]).

"En el marco de", uso abusivo

Se advierte sobre el uso abusivo de la expresión en el marco de y recomienda la utilización de otros equivalentes como: dentro de, en el ámbito de o, sencillamente, en.

La expresión en el marco de se emplea, cada vez con más frecuencia, en los medios de comunicación, como se ve en los siguientes ejemplos: «El presidente Hugo Chávez se reunió con el mandatario Nicolas Sarkozy en el marco de la gira que el venezolano realiza por Europa» o «César Farías, director técnico de la oncena venezolana, explicó en el marco de la Copa Ámerica  algunos de los secretos de la Vinotinto para salir hacia adelante».

Asimismo, se recomienda que para no hacer un uso abusivo -en algunos casos, del todo innecesario- de en el marco de, se escriba en su lugar otras expresiones como: en, dentro de, en el ámbito de, etc.

Así, en los ejemplos anteriores se puede escribir: «El presidente Hugo Chávez se reunió con el mandatario Nicolas Sarkozy en la gira que el venezolano realiza por Europa» o «César Farías, director técnico de la oncena venezolana, explicó en la Copa Ámerica algunos de los secretos de la Vinotinto para salir hacia adelante».

"En conciencia" y "a conciencia"

Se recuerda que no deben confundirse las expresiones en conciencia y a conciencia.
En conciencia y a conciencia son dos expresiones muy parecidas, pero que conviene distinguir para no hacer afirmaciones incongruentes.

En conciencia significa 'de conformidad con la propia conciencia'. Si se dice de un diputado, por ejemplo, que «ha decidido en conciencia», se está dando a entender que lo ha hecho de acuerdo con sus convicciones íntimas, al margen o incluso en contra de las recomendaciones de su propio partido.

A conciencia, en cambio, quiere decir «con empeño», «sin regatear esfuerzos», y así puede decirse de un trabajador que «ha hecho su labor a conciencia» cuando se ha esforzado por hacerla perfectamente. Lo contrario de lo hecho a conciencia sería lo hecho con desgana, con descuido, sin que importe cómo queda.

Por eso resultan chocantes informaciones como las que hablan de políticos que han votado a conciencia para significar que han votado en contra de la línea de su grupo porque así se lo exigían sus convicciones. Lo que querían decir quienes redactaron estas noticias era que habían votado en conciencia, pero lo que realmente escribieron es que los diputados no se habían ahorrado esfuerzos al votar, como si se necesitase mucho esfuerzo para apretar el botón del «sí» o el del «no» en las votaciones parlamentarias.

"En base a", locución impropia

Se recuerda que debe evitarse la locución en base a, que puede sustituirse por con base en, sobre la base de, en función de, basándose en, a partir de, de acuerdo con o según.

Es por ello. que se  ha observado que en muchas noticias se emplea en base a, una locución impropia en la que no está justificado el uso de las preposiciones en y a: «Los partidos alcanzan un pacto de mínimos en base a que Venezuela es una nación»; «El presidente Chávez resalta la necesidad de que las empresas estudien y analicen sus procesos en base a las mejores prácticas».

La Fundación del Español Urgente recuerda que, para decir que aquello de lo que se habla se hace con apoyo o fundamento en algo, pueden emplearse con base en, sobre la base de, en función de, basándose en, a partir de, de acuerdo con o según.

Así pues, los ejemplos anteriores deberían haberse escrito, por ejemplo, de la siguiente forma: «Los partidos alcanzan un pacto de mínimos sobre la base de que Venezuela es una nación»; «El presidente Chávez resalta la necesidad de que las empresas estudien y analicen sus procesos de acuerdo con las mejores prácticas».

"En aras de"

Se ha detectado un frecuente uso inadecuado de la fórmula en aras de y el empleo de variantes deformadas de esta locución.

1. En aras de no significa 'para' ni 'a fin de que'. Lo que quiere decir es 'en favor de o en interés de', y alude (porque ara es el altar en el que se lleva a cabo el sacrificio) a que se hace un esfuerzo, una renuncia o un sacrificio en favor o en interés de algo: «Renuncio a mi cargo en aras de la concordia».

Así pues, expresiones como «Debemos conocer todos los datos en aras de estar bien informados» o «El futuro se muestra luminoso y pletórico de éxitos en aras de elevar la cultura general integral de nuestro pueblo» solo tendrían sentido si conocer los datos o que el futuro se muestre luminoso y pletórico supusieran un sacrificio, lo que no parece ser el caso. En estos ejemplos lo adecuado habría sido emplear para en lugar de en aras de.

2. En aras de tampoco significa 'por' o 'a causa de', de modo que es inadecuado escribir, por ejemplo, «La heroína subió al patíbulo en aras de su compromiso con la causa liberal». No, la ejecutaron por ese compromiso, a causa de él.

3. La locución en aras de es invariable: aras va siempre en plural y siempre se utiliza la preposición de. Son impropias, pues, expresiones como en ara a, en ara de o en aras a, como a veces se oye o lee («Se pretende unir los esfuerzos en ara a una mayor participación»; «Ojalá, en ara de los intereses nacionales, los dirigentes magisteriales abandonen su pretensión»; «Muchos defensores de la despenalización lo hacen en aras a un hipotético derecho a morir»).

Por todo ello, se recomienda: a) utilizar solo en aras de cuando lo que se haga a favor o en interés de algo suponga un sacrificio, y b) evitar siempre el uso de en ara a, en ara de y en aras a.

Origen de la palabra "Vademécum"

El vademécum es una libreta en la que se anota un conjunto de informaciones básicas de una determinada actividad. Puesto que se supone que la persona debe llevarlo siempre consigo, tiene que ser de dimensiones reducidas para que su transporte se pueda realizar con facilidad. 

En 1872, en Una excursión a los indios ranqueles, el escritor argentino Lucio V. Mansilla hablaba así de su vademécum:
Yo también tengo mi vademécum de citas; es un tesoro como cualquier otro. [...] En lugar de emplear la mayor parte del tiempo en pasar el tiempo, me he impuesto ciertas labores útiles. De ese modo, he ido acumulando, sin saberlo, un bonito capital, como para poder exclamar cualquier día: anche io son pittore. Mi vademécum tiene, a más del mérito apuntado, una ventaja. Es muy manuable y portátil. Lo llevo en el bolsillo. Cuando lo necesito, lo abro, lo hojeo y lo consulto en un verbo.
La palabra proviene del latín vade mecum 'va conmigo'. En el diccionario de Rosal (1611), vademécum se define así: "Son palabras latinas que significan ven conmigo".

"Emprender"

En los diarios de información económica y en la secciones de economía de los demás periódicos se puede encontrar de vez en cuando el verbo emprender utilizado con un significado que no está aún en los diccionarios: 'crear una empresa', y el sustantivo emprendedor usado como sinónimo de empresario, si bien con el matiz de empresario que comienza como tal, es decir, que emprende la aventura empresarial.

Probablemente se trate de un calco del francés y del italiano, lenguas en las que empresario se dice entrepreneur e imprenditore respectivamente. Así, al leer titulares como «Los inmigrantes también emprenden» debe entenderse que se trata de inmigrantes que desarrollan sus ideas de negocio y crean nuevas empresas.

Emprender es un verbo transitivo que, usado con su significado en la lengua general, no debería escribirse sin explicar a renglón seguido qué es lo que se emprende, sea una obra, un negocio o una nueva empresa; pero en el caso de la jerga de la economía sí es lícito ese uso del verbo sin complemento puesto que se entiende que quien emprende es un emprendedor, es decir, un nuevo empresario, y lo que hace es crear una empresa.

La Fundación del Español Urgente explica, pues, que ese nuevo uso del verbo emprender es correcto y puede usarse en las noticias relacionadas con el mundo empresarial.

"Emblemático", uso abusivo

Se recomienda que no se abuse del adjetivo emblemático, muy utilizado en lugar de otros calificativos como relevante, destacado, significativo, etc.

En el español usado en los medios de comunicación se produce un uso excesivo del adjetivo emblemático para referirse a aquello que tiene importancia: «Una de las figuras más emblemáticas del Frente Islámico de Salvación»; «El Etna, volcán más emblemático de Italia»; «La Casa Rosada, uno de los edificios más emblemáticos de Buenos Aires».

Se recuerda que, aunque en ocasiones es correcto emplear ese adjetivo, toda repetición resulta empobrecedora para el lenguaje, ya que en español también hay otros adjetivos para indicar importancia, como simbólico, representativo, importante, significativo o destacado, entre otros.

"Electo" usos correctos

La Nueva gramática de la lengua española considera válido el empleo del participio electo utilizado en las formas verbales pasivas: «Todavía no han sido electos los nuevos alcaldes».
Sin embargo, para la voz activa se prefieren las formas regulares: «Todavía no han elegido al nuevo alcalde», frente a las irregulares como «Todavía no han electo al nuevo alcalde».

Tradicionalmente, el término electo se utilizaba sobre todo para referirse a aquella persona que, habiendo sido elegida para un cargo, no había tomado todavía posesión de él.

lunes, 1 de agosto de 2011

"Ejecutar" y "asesinar"

En español, cuando se informa sobre los delitos de muerte cometidos por las mafias o por las organizaciones terroristas, no debe usarse nunca el verbo ejecutar, pues su significado es 'ajusticiar a un reo', para lo que, en los países donde existe la pena de muerte, es necesario haber comprobado su culpabilidad y haberlo sometido a un juicio justo. Ejecutar es cumplir la sentencia de muerte con la que el tribunal decide castigar al reo.

En los demás casos se trata simplemente de asesinar o de matar, pues eso y no otra cosa es lo que hacen los delincuentes en sus ajustes de cuentas y los terroristas que tratan de chantajear al Estado o a los gobiernos.