lunes, 26 de agosto de 2013

La doble negación

A mucha gente les preocupa lo que se conoce como "doble negación". Hay, en efecto, quienes piensan que frases como "Yo no veo nada", "No vino nadie" o "No viene nunca" son "incorrectas", porque de hecho son redundantes, ya que contienen una doble negación. En consecuencia, dicen ellos, debería decirse "yo veo nada", "vino nadie" o "viene nunca", que sería lo lógico.

Aparte de que estas últimas formas son antiestéticas y torpes al oído: la redundancia no es per se mala, ni mucho menos un error. Debe evitarse, por supuesto, cuando es innecesaria, cuando puede ser de mal gusto o incluso necia. Pero muchas veces puede ser recomendable, sobre todo cuando se trata de poner énfasis en lo que se dice, o cuando la repetición redundante pueda tener un valor poético.

En cuanto a la doble negación, las expresiones arriba señaladas, y que mucha gente rechaza por presumiblemente redundantes, tienen una explicación lógica y semántica en el origen etimológico de los vocablos "nada", "nadie" y "nunca".

"Nada" deriva del vocablo latino "nata", que significa "nacida" y es el femenino de "natus", frecuentemente usada en la locución latina "res nata" ("cosa nacida" o "cosa producida o existente"), de modo que cuando decimos "no veo nada" lo que queremos decir es "no veo cosa nacida", o "cosa existente". Ahí no hay, pues, redundancia ni doble negación.

El indefinido "nadie", por su parte, deriva del latino "nati", plural de "natus", que significa "nacido", frecuente en la expresión latina "homines nati", o sea, "hombres nacidos", o más generalmente "seres nacidos". En consecuencia, cuando decimos "no vino nadie" lo que decimos es que "no vino hombre nacido", o "ser nacido". Tampoco aquí, pues, hay redundancia ni doble negación.

En cuanto a "nunca", es palabra compuesta, derivada de la igualmente compuesta latina "nunquam", formada con las raíces "ne" ("no") y "umquam" ("alguna vez").

Por tanto, cuando decimos "ella no viene nunca" queremos decir "ella no viene ninguna vez".

Otras formas de doble negación parecidas, igualmente rechazadas por algunas personas, son, por ejemplo, "no veo ninguno" y "no lo hizo jamás". En ambos casos se trata también de una cuestión etimológica. El indefinido "ninguno" proviene de la expresión latina "nec uno", que equivale a "ni uno". "No veo ninguno" significa, pues, "No veo ni uno".

"Jamás", por su parte, es también palabra compuesta por los vocablos "ya más", que con el tiempo se fueron fundiendo fonéticamente hasta soldarse en una sola palabra.

De modo que cuando decimos "no lo hizo jamás", queremos decir "no lo hizo ya más", o sea, "no lo volvió a hacer".

En Castellano no sólo es posible la doble negación, sino que también puede ser triple o cuádruple: "No volveré a verte nunca jamás", "Ella no quiso nunca a nadie"; "Él no le hizo jamás nada malo a nadie".

1 comentario:

  1. permitan una correccion: al principio de esto pone: " a mucha gente les"

    esto debe ser a mucha genet le, no les

    ResponderEliminar