Hay que recordar que el verbo haber tiene varios significados. Dos son los principales:
tener y algo aproximado a ser, estar, hallar o existir.
Con el valor de tener prácticamente no se usa en Castellano, aunque sí
en Latín, la lengua madre de nuestro idioma. Harto conocida es la frase
latina Habemus Papam (tenemos Papa), con que el Vaticano anuncia al
mundo que se ha elegido un nuevo Papa. En Castellano quedan algunos
restos de ese significado, cuando se dice, por ejemplo, que alguien
tiene en su haber determinada propiedad material o moral: “Él tiene en
su haber varias haciendas” ; “Fulana tiene en su haber una gran
simpatía” ; “Los haberes de Fulano suman millones”. Igualmente, en
contabilidad se habla del debe (lo que una persona adeuda) y el haber
(lo que la persona tiene como suyo, incluyendo las acreencias contra
otros). También corresponde a este significado del verbo haber el
adjetivo habiente, que designa a la persona que tiene o posee algo, como
en la locución, usual en el lenguaje jurídico, derecho habiente, con
que se nombra a la persona que tiene o posee determinado derecho.
El segundo significado (ser, estar, hallar o existir), sí es muy usual
en nuestro idioma: “Haymucha gente en la calle” ; “Mañana habrá una
fiesta en el club” ; “Ella dijo que había dinero en la gaveta”. Si se
observa con cuidado, en estos tres ejemplos se percibe claramente el
significado de haber, parecido, como ya dije, aunque no exactamente
igual, a ser, estar, hallar o existir.
El verbo haber, entendido como ser, estar, hallar o existir, se
caracteriza, entre otras cosas, porque es impersonal y transitivo.
Impersonal porque se conjuga sin sujeto, y transitivo porque admite
complemento directo (la persona, animal o cosa habida).
Cuando es impersonal, el verbo haber, cualquiera que sea el tiempo y el
modo en que se conjugue, sólo se usa en la 3ª persona del singular, por
lo que también se le llama unipersonal. De modo que es impropio, y debe
evitarse, conjugarlo en 1ª o 2ª personas y en plural. De ahí que sea un
error decir, por ejemplo, habíamos (1ª persona del plural), habemos (1ª
pers. del plural), habrán (3ª pers. del plural), hubieron (3ª pers.
del plural), etc.
Estas son las formas equivocadas que más se recuerdan
como impropias, pero a menudo se olvida, o no se sabe, que todas las
demás formas que no sean 3ª pers. del singular son igualmente
incorrectas, y por no saberlo u olvidarlo, con mucha frecuencia se
incurre en tales errores. A esto contribuye, además, que formas
incorrectas como las arriba señaladas suenan mal al oído, mientras que
algunas de las otras, igualmente impropias, no siempre chocan al oído,
lo cual induce a creer que son válidas.
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