viernes, 20 de julio de 2012

"El gerundio"

El gerundio, es de gran importancia y versatilidad expresiva. Es, pues, necesario aprender a usarlo, y de ese modo asegurar su supervivencia.

El infinitivo, el gerundio y el participio son los llamados derivados verbales, formas del verbo que no se conjugan. Sin embargo, aunque no se conjuguen sí poseen las demás características de las otras formas del verbo: tienen sujeto y  complementos verbales, corresponden a las diversas personas gramaticales, indican determinados tiempos, etc.

El buen uso del gerundio requiere conocer ciertos detalles. En primer lugar, que generalmente se lo emplea en relación con un verbo principal, al cual complementa. En ciertos casos puede usarse en forma autónoma, sin conexión, al menos aparente, con otro verbo, pero  eso es excepcional y lo veremos más adelante.

Algo que hay que observar al usar un gerundio es que el tiempo de este está en relación con el tiempo del verbo principal. En principio, el gerundio enuncia una acción en curso, que está ocurriendo, y va bien empleado cuando indica una acción que ocurre simultáneamente con la del verbo principal: La gente iba alegre y cantando; Llegamos al teatro comenzando el concierto; El muchacho entró corriendo. Aquí hay simultaneidad de las acciones de ir, llegar y entrar, con las acciones de cantar, comenzar y correr. Lo mismo ocurre en Caminando nosotros por el parque vimos a María,  pero en este caso, aunque hay simultaneidad entre las  acciones de caminar y ver, por lo que el gerundio está bien empleado, tal simultaneidad se refiere a un momento de la acción de caminar, y no a toda ella.

También está bien empleado el gerundio cuando su acción es anterior a la del verbo principal. En las oraciones Quitándome la cadena se la entregué al asaltante, Saliendo del cine vimos un tumulto en la esquina, Sólo corriendo llegaremos a tiempo, las acciones de quitar, salir y  correr son anteriores a las de entregar, ver y llegar.

Asimismo está usado con propiedad el gerundio cuando indica una acción inmediatamente posterior a la del verbo principal: La mujer salió, dando un portazo: obviamente, la acción de dar un portazo es inmediatamente posterior a la de salir; Me asomé a la ventana, viendo cómo el ladrón corría hacia la esquina: la acción de ver es inmediatamente posterior a la de asomarme; Me desperté, oyendo gritos en la calle: la acción de oír sigue de inmediato a la de despertarme.

Está mal empleado el gerundio cuando su acción es muy posterior a la del verbo principal. En El asesino huyó, siendo detenido más tarde por la policía, la acción de siendo detenido es muy posterior a la del verbo huir, y por eso su uso es impropio. Lo mismo ocurre en no pagaron las cuotas, siendo ejecutada la hipoteca por el banco y Dormimos en una posada del camino, llegando al día siguiente a nuestro destino.

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