jueves, 6 de diciembre de 2012

"Paradoja"

La definición que el DRAE nos de la palabra paradoja es, cuando menos, bastante curiosa. Bajo el nombre paradoja remite al masculino de ese mismo vocablo: “paradojo”. Y bajo este, en primer  lugar dice que es un adjetivo, auque desusado, equivalente a lo que  hoy se entiende generalmente por paradójico. En una segunda acepción lo define como “Idea extraña u opuesta a la común opinión  y al sentir de las personas” Y continúa: “|| 3. Aserción inverosímil o  absurda, que se presenta con apariencias de verdadera. || 4. Ret. Figura de pensamiento que consiste en emplear expresiones o  frases que envuelven contradicción. Mira al avaro, en sus riquezas, pobre”.

Otros diccionarios más actualizados hacen de paradoja una  definición más realista. El Diccionario CLAVE, por ejemplo, dice: “1. Hecho extraño, absurdo u opuesto a la opinión o al sentir generales:  Es una paradoja que el más avaro de tus amigos te haya hecho el  regalo más caro. 2. Figura retórica consistente en unir ideas aparentemente contradictorias e irreconciliables: La frase de Santa  Teresa ‘Que muero porque no muero’ contiene  una paradoja (…)”. En el Diccionario del español actual, de Manuel Seco, Olimpia  Andrés y Gabino Ramos, leemos: “Hecho o dicho aparentemente  contrarios a la lógica. (…) b) Figura retórica que consiste en una  expresión que encierra una aparente contradicción (…)”. Y el Diccionario de uso del español de América y España VOX registra: “1. Dicho o hecho que parece contrario a la lógica: perseguir la paz  con la violencia es una extraña paradoja; la paradoja es que los denunciados son más honestos, legales y admirables que el  pretendido mundo exterior, oficial y legalizado. 2. Figura de pensamiento que cosiste en emplear expresiones que aparentemente envuelven una contradicción: “nacer para vivir muriendo” es una paradoja (…)”.  

Lo cierto es que el uso común del vocablo paradoja, para referirse a un hecho que es por definición contradictorio, como los que abundan en la actividad cotidiana, sobre todo en el mundo de la política, no es sino la popularización, fuera del ámbito de la Retórica, y en general de la literatura, de lo que los diccionarios definen como una figura retórica, casi idéntica a lo que también se conoce como oxímoron.

En Venezuela tenemos una expresión popular que define muy bien lo  que es la paradoja. Cuando queremos referirnos a alguien que acusa a otros de sus propios defectos, exclamamos: “¡Cachicamo diciéndole a morrocoy conchudo!”.

Paradoja viene del vocablo latino paradoxus, y este del griego paradoxos.

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