martes, 21 de agosto de 2012

Origen de la palabra "agosto"

La historia de este mes se remonta a más de dos mil años, cuando agosto adquirió ese nombre debido a las ambiciones del emperador romano Cayo Julio Cesar Octavio, conocido como Octavio Augusto, quien no quería ser menos que Julio Cesar, su predecesor y padre adoptivo. Augustus, que no formaba parte del nombre de nacimiento, fue un título que le confirió el Senado, tomando el adjetivo que significaba "magnífico", "majestuoso", lo mismo que denota hoy augusto en nuestra lengua.

En el antiguo calendario romano, el año comenzaba en marzo, y el sexto mes se llamaba Sextilis, pero en el año 24 antes de nuestra era, Octavio Augusto decidió darle su nombre y, desde entonces, Sextilis se llamó Augustus. Octavio imitaba así al ya fallecido Julio Cesar, quien había hecho lo mismo veintiún años antes con el quinto mes, hasta entonces llamado Quinctilis, que con él pasó a llamarse Iulius en homenaje a la familia Iulia, a la que el emperador pertenecía.

No obstante, dar su nombre a Sextilis le pareció poco a Octavio, quien consideraba que aún no había alcanzado la misma gloria que Julio Cesar, ya que Iulius tenía 31 días, y Augustus, solo 29. Por esa razón, el emperador alteró la duración de varios meses, quitando y poniendo días, hasta lograr que su mes tuviera 31 días. Por eso, aún hoy, dos mil años después, julio y agosto tienen 31 días cada uno.

Dobles participios: imprimido/impreso, freído/frito, proveído/provisto

Los únicos verbos que en la lengua actual presentan dos participios, uno regular y otro irregular, son imprimir (imprimido/impreso), freír (freído/frito) y proveer (proveído/provisto), con sus respectivos derivados. Los dos participios pueden utilizarse indistintamente en la formación de los tiempos compuestos y de la pasiva perifrástica, aunque la preferencia por una u otra forma varíe en cada caso.
 
  Hemos imprimido veinte ejemplares / Habían impreso las copias en papel fotográfico.
  Nos hemos proveído de todo lo necesario / Se había provisto de víveres abundantes.
  Las empanadillas han de ser freídas dos horas antes / Nunca había frito un huevo.

No debe asimilarse el caso de estos participios verbales irregulares con el del nutrido grupo de adjetivos procedentes de participios latinos, como abstracto (del latín abstractus, participio de abstrahere), atento (del lat. attentus, part. de attendere), confuso (del lat. confusus, part. de confundere), correcto (del lat. correctus, part. de corrigere), contracto (del lat. contractus, part. de contrahere), tinto (del lat. tinctus, part. de tingere), etc.

Algunas de estas formas pueden haber funcionado como participios verbales en épocas pasadas del idioma, pero hoy funcionan solamente como adjetivos y, por lo tanto, no se usan en la formación de los tiempos compuestos ni de la voz pasiva de los verbos correspondientes (no se dice *Han contracto matrimonio o *Son correctos por el profesor, sino Han contraído matrimonio o Son corregidos por el profesor). Por lo tanto, la consideración de estos verbos como «verbos con doble participio» carece de justificación gramatical.

Uso correcto e incorreto de "hubieron"

La forma verbal hubieron es la que corresponde a la tercera persona del plural del pretérito perfecto simple o pretérito de indicativo del verbo haber: hube, hubiste, hubo, hubimos, hubisteis, hubieron.
 
  USOS CORRECTOS:
  Esta forma verbal se emplea, correctamente, en los casos siguientes:
  • Para formar, seguida del participio del verbo que se está conjugando, la tercera persona del plural del tiempo compuesto denominado pretérito anterior o antepretérito de indicativo: hubieron terminado, hubieron comido, hubieron salido. Este tiempo indica que la acción denotada por el verbo ha ocurrido en un momento inmediatamente anterior al de otra acción sucedida también en el pasado: Cuando todos hubieron terminado, se marcharon a sus casas; Apenas hubieron traspasado el umbral, la puerta se cerró de golpe. En el uso actual, este tiempo verbal aparece siempre precedido de nexos como cuando, tan pronto como, una vez que, después (de) que, hasta que, luego que, así que, no bien, apenas. Prácticamente no se emplea en la lengua oral y es hoy raro también en la escrita, pues en su lugar suele usarse, bien el pretérito perfecto simple o pretérito de indicativo (Cuando todos terminaron, se marcharon a sus casas), bien el pretérito pluscuamperfecto o antecopretérito de indicativo (Apenas habían traspasado el umbral, la puerta se cerró de golpe).
  • Como forma de la tercera persona del plural del pretérito perfecto simple o pretérito de indicativo de la perífrasis verbal haber de + infinitivo, que denota obligación o necesidad y equivale a la más usual hoy tener que + infinitivo: El director y su equipo hubieron de recorrer muchos lugares antes de encontrar los exteriores apropiados para la película.
  USO INCORRECTO:
  • No se considera correcto el uso de la forma hubieron cuando el verbo haber se emplea para denotar la presencia o existencia de personas o cosas, pues con este valor haber es impersonal y, como tal, carece de sujeto (el elemento nominal que aparece junto al verbo es el complemento directo) y se usa solo en tercera persona del singular. Son, pues, incorrectas oraciones como Hubieron muchos voluntarios para realizar esa misión o No hubieron problemas para entrar al concierto; debe decirse Hubo muchos voluntarios para realizar esa misión o No hubo problemas para entrar al concierto.

"Habemos"

  • En la lengua culta actual, la primera persona del plural del presente de indicativo del verbo haber es hemos, y no la arcaica habemos, cuyo uso en la formación de los tiempos compuestos de la conjugación es hoy un vulgarismo propio del habla popular que debe evitarse en el habla culta. 
  • También debe evitarse en el habla culta el uso de habemos con el sentido de ‘somos o estamos’, puesto que el verbo haber, cuando se emplea para denotar la presencia o existencia de personas o cosas, es impersonal y, como tal, se usa solo en tercera persona del singular: Hay pocos solteros en el pueblo; Había tres personas en la habitación. Por lo tanto, si quien habla desea incluirse en la referencia, no debe emplear el verbo haber en primera persona del plural, como se hace a veces en el habla popular, recurriendo, para el presente de indicativo, a la forma habemos: Habemos pocos solteros en el pueblo, Habemos tres personas en la habitación; debe decirse Somos pocos solteros en el pueblo, Estamos tres personas en la habitación.