viernes, 29 de julio de 2011

"Durante mañana"

Se considera necesario advertir de la presencia constante de construcciones del tipo durante ayer, durante hoy, durante mañana, en vez de durante el día de ayer, durante el día de hoy y durante el día de mañana.

La preposición durante indica prolongación en el tiempo por lo que sus complementos no pueden referirse a un periodo de tiempo definido, a un momento concreto o a algo puntual, sino que deben presentar también un alargamiento temporal. Por ello es incorrecto decir durante mañana puesto que mañana es un sustantivo que aquí funciona como adverbio y que se refiere a un periodo de tiempo definido, puntual; sin embargo sí sería correcto durante el día de mañana puesto que el día añade ese alargamiento temporal, a lo largo de todo el día, o durante tres días puesto que tres aporta continuidad (después del primero viene el segundo y después de este el tercero).

Además debemos tener en cuenta que durante solo admite complementos en singular cuando estos vayan precedidos por un artículo, demostrativo... como es durante un año y no durante año. Sin embargo, si el complemento de durante va en plural, no es necesaria la presencia de artículos, demostrativos... tal como: durante décadas.

Se advierte de estas construcciones incorrectas debido a la frecuencia con la que aparecen en los medios de comunicación. La mayor parte de los ejemplos los encontramos en la prensa son tales como: «... se realiza a partir de hoy y durante mañana un congreso» en vez de «... se realiza a partir de hoy y durante todo el día de mañana»; o «... se realiza durante hoy y mañana viernes el Primer Congreso Nacional de Deporte en la Escuela..." por «... se realiza hoy y mañana viernes el Primer...»; o «Protección Civil, a partir de las informaciones del Instituto Nacional de Meteorología, apunta que Caracas estará a partir de hoy y durante mañana...» en vez de «... apunta que Caracas estará a partir de hoy y durante todo el día de mañana...».
Por ello, se recomienda no utilizar la preposición durante con complementos que se refieran a periodos de tiempo definidos.

"Donde", uso erróneo

El uso de este adverbio con antecedente temporal es arcaico y actualmente tiene un carácter coloquial. «Fueron años donde viví muy feliz», en lugar de «Fueron años en los que viví muy feliz» o «Fueron años durante los cuales viví muy feliz». En estos casos deben usarse los relativos el que, la que, los que, las que, el cual, la cual, los cuales, las cuales precedidos de la preposición correspondiente.

De igual modo puede emplearse el adverbio relativo cuando. No debió decirse «Será el mes próximo donde cambie la hora» sino «Será el mes próximo cuando cambie la hora».

También es coloquial y propio de zonas rústicas el uso de donde con valor de conjunción temporal equivalente a cuando, sobre todo en el español de América. Por ejemplo, no debería decirse «La conferencia fue un fracaso donde se esperaba que fuera un éxito» sino «La conferencia fue un fracaso cuando se esperaba que fuera un éxito».

"Dilema", uso correcto

En los medios de comunicación se usa indebidamente la palabra dilema en lugar de problema.
Dilema implica la necesidad de escoger entre dos cosas, dos situaciones, dos opciones..., y funciona como sinónimo de disyuntiva, que es la 'alternativa entre dos cosas, por una de las cuales hay que optar'.

Así, su uso no es apropiado en los siguientes ejemplos: «Cambios climáticos, crisis alimentaria y desarrollo constituyen los aspectos que el régimen tunecino considera estrechamente relacionados para generar proyectos capaces de resolver esos tres grandes dilemas» (debió decirse «esos tres grandes problemas»; «Las existencias de bacalao en el mar del Norte y el Atlántico han disminuido fuertemente como consecuencia de la sobrepesca, y los supermercados buscan otras alternativas que no presenten dilemas éticos para sus clientes» (debió decirse «problemas éticos»); «En la nueva entrega de la serie de producción propia Antena 3 volverá a llevar a su pantalla los dilemas amorosos de los protagonistas» (debió decirse «problemas amorosos»); «Uno de los grandes dilemas del cine latinoamericano sigue siendo la distribución» (debió decirse «los grandes problemas»); «Ante nuevos dilemas legales, Musharraf debe ahora decidir cuándo tendrán lugar las elecciones presidenciales» (debió decirse «nuevos problemas legales»); «Uno de los dilemas por resolver en este caso es el de la indemnización a las familias de los niños infectados» (debió decirse «los asuntos pendientes»).

Tampoco debe abusarse de la palabra dilema como sinónimo de duda aunque ese sea uno de los significados que se le dan en el diccionario. Así, conviene evitar su uso en frases como: «Es un gran jugador, fue goleador del Torneo Clausura, no hay dilemas sobre su calidad» (debió decirse «no se plantean dudas»).

Por tanto,  se recomienda que no se utilice el término dilema como sinónimo de problema o asunto dudoso.

"Diagnosticar", uso incorrecto

Según la Real Academia Española, diagnosticar es 'determinar (la enfermedad) que alguien padece a partir de la observación de sus síntomas'.

Así pues, lo que se diagnostica es la enfermedad y no la persona, que sería el complemento indirecto, por lo que se advierte de que son incorrectas frases como «se esta trabajando en las muestras de pacientes diagnosticados en alguna enfermedad», «un patólogo retirado fue diagnosticado con el mal de Parkinson» y «el setenta por ciento de los niños diagnosticados de hiperactividad...».

En estos tres casos lo diagnosticado debería ser «alguna enfermedad», «el mal de Parkinson» y la «hiperactividad», por lo que debería haberse dicho «se esta trabajando en las muestras de pacientes a los que se ha diagnosticado alguna enfermedad», «a un patólogo retirado se le diagnosticó el mal de Parkinson» y «al setenta por ciento de los niños a los que se les ha diagnosticado hiperactividad...».

Por ello, se recuerda que las personas no son diagnosticadas, ya que lo que se diagnostican son las enfermedades, y recomienda que se evite este participio con ese sentido.

Origen de la palabra "Polémica"

Este vocablo, que hoy se refiere a una controversia o a un choque de ideas, proviene del ámbito militar. En efecto, el vocablo polemista, que se aplica actualmente al individuo aficionado a la polémica, proviene del griego polemistés, que significaba 'combatiente', mientras que polemikós era en esa lengua, 'el arte de la guerra', palabra formada mediante pólemos 'guerra' e ikós 'de', o sea, 'de la guerra'.

Con el tiempo —mucho tiempo, por cierto—, los enfrentamientos armados entre los polemistés se fueron convirtiendo en choques más gentiles, apenas de opiniones y puntos de vista, y polémica se tornó sinónimo de controversia, como llamaban Quintiliano y Tácito a los choques de ideas.

Origen de la palabra "Mercurio"

El dios romano del comercio y mensajero de los dioses, Mercurio, era conocido por su velocidad y su movilidad. Esto llevó a los latinos a asociar su nombre al de aquel extraño metal líquido que los griegos llamaban hydrargyrus, así como al planeta que tiene su período más breve con relación al Sol. 

El nombre griego está compuesto por hydoor (agua, líquido) y 'árgyros' (plata), que sirvió a la Química para formar el símbolo del metal de número atómico 80: Hg. La misma idea de los griegos dio lugar a que en inglés el mercurio sea llamado coloquialmente quicksilver (plata rápida), desde los Cuentos de Canterbury (siglo XIV). 

El nombre del dios romano proviene de la raíz etrusca merk-, lo que lo emparenta con mercatus (mercado) y, en nuestra lengua, con 'mercado', 'mercadería', 'márquetin' y 'mercenario', entre muchos otros vocablos.

jueves, 28 de julio de 2011

"Devastar", no "desvastar"

El término desvastar forma híbrida de los verbos devastar y desbastar, no existe en español. A esta palabra se le ha dado también el significado de un verbo que sí existe en español, devastar, en frases como «el plan incluye la reforestación de las áreas desvastadas».

El Diccionario de dudas de Manuel Seco, entre otras obras, advierte con claridad sobre este verbo intruso, al señalar que devastar significa 'destruir o arrasar', debiendo evitarse la forma desvastar.

En muchas ocasiones, cuando existen dos palabras con sonido parecido, suele aparecer una tercera, incorrecta, híbrida de las anteriores, creada por los hablantes, como son también los casos de inflingir, surgida de infligir e infringir; de preveyó, surgida de previó y proveyó, o de preveer, surgida de prever y proveer.

"Detrás de él", no "detrás suyo"

Son incorrectas las construcciones del tipo detrás suya o encima mío.
Cada vez es más común en el registro oral el empleo de construcciones como detrás suya, delante suyo o encima mío como vemos en los siguientes ejemplos: «Iba treinta segundos por delante de Alonso, pero al final terminó dos décimas detrás suya», «La vicepresidenta se encontraba tan solo unos metros delante suya», «Por encima mío sólo está Dios», etcétera.

Sin embargo, no se deben usar los adverbios de lugar seguidos de un pronombre posesivo ya que en español estos adverbios solo pueden ir seguidos de una construcción introducida por la preposición de más el pronombre personal correspondiente detrás de él. Por lo tanto en los ejemplos anteriores lo adecuado habría sido «iba treinta segundos por delante de Alonso, pero al final terminó dos décimas detrás de él», «La vicepresidenta se encontraba tan solo unos metros delante de él», «Por encima de mí sólo está Dios»...

En estos casos detrás del adverbio de lugar se utilice la preposición de más el pronombre personal correspondiente.

"Después de" y "tras" no son lo mismo que "a causa de" o "en"

La locución después de y la preposición tras no indican por sí mismas causa ni expresan nunca simultaneidad.

Con excesiva frecuencia se encuentra en los medios un uso equívoco o claramente erróneo de después de y de tras: «tres heridos después de un tiroteo»; «el jugador se lesionó tras un choque con el delantero contrario». Nada habría que objetar a estas frases si se hubiese producido el tiroteo y al cabo de un rato tres personas hubieran resultado heridas por otra causa; o si el jugador, después de su encontronazo con el delantero, hubiera seguido jugando y algo más tarde se hubiese, por ejemplo, dislocado una rodilla.

Pero lo que quería decirse en las noticias es que los heridos lo habían sido a causa del tiroteo o durante él, y que la lesión del jugador la había producido el choque, o que se había producido en el momento de chocar, y para expresar que algo es causa de otra cosa o que se produce simultáneamente a ella, no puede emplearse después de o tras, que no indican causa y expresan siempre posterioridad. Más adecuado, en los ejemplos anteriores, habría sido decir «tres heridos a causa de un tiroteo», o «en un tiroteo», y «el jugador se lesionó en un choque con el delantero contrario», o «a causa de un choque».

Evite el uso de después de o tras cuando lo que quiere indicarse es causa o simultaneidad.

"desencadenar en": uso incorrecto

Se recomienda evitar desencadenar en con el sentido de originar o desembocar en.
Leemos y oímos en los medios frases como las siguientes: «La situación en Honduras ha desencadenado en un golpe»; «La paliza que recibió la mujer desencadenó en dos homicidios»; «Los trastornos del sueño pueden desencadenar en una depresión».

En todos ellos se emplea el verbo desencadenar de forma inapropiada.
Desencadenar significa, en el sentido que se le quiere dar en los ejemplos, 'originar, provocar o dar salida a movimientos del ánimo, hechos o series de hechos, generalmente apasionados o violentos'. Lo desencadenado es el complemento directo del verbo, y nunca va introducido por la preposición en: no se dice «La situación en Honduras ha desencadenado en un golpe», sino «La situación en Honduras ha desencadenado un golpe», sin la preposición en.

¿Por qué en los ejemplos se emplea esa preposición sobrante? Se señala que quizá se deba a una confusión con el verbo desembocar. En efecto, sería correcto decir «Los trastornos del sueño pueden desembocar en una depresión», pero si se quiere emplear el verbo desencadenar, la forma adecuada es «Los trastornos del sueño pueden desencadenar una depresión», sin en.

"Descodificador", mejor que "decodificador"

Se recomienda que se prefiera la expresión descodificador,  en lugar de su alternativa decodificador.

Ante el inminente apagón analógico son muchas las informaciones en las que se habla de los decodificadores y los descodificadores, con lo que se produce un uso vacilante: «Muchos más canales para no dejar de entretenerte con el decodificador », «El tener un descodificador trae aún más ventajas» o «Un modelo de decodificador que deja abierta la posibilidad del prepago».

Aunque la Real Academia Española recoge en sus diccionarios tanto la forma con -s como la que carece de ella, prefiere y recomienda que se emplee, para el verbo y sus derivados, la alternativa con -s: descodificar y descodificador. Y así habría sido preferible que apareciera en los ejemplos anteriores. Por tanto, use descodificador en lugar de decodificador.

"Depositar"

Se ha observado que se emplean con frecuencia construcciones inadecuadas con el verbo depositar.

Leemos en la prensa: «El portavoz de la empresa elogió la confianza que le ha depositado el público en el último año»; «¿Qué harán los medios de comunicación con la confianza que les deposita la población ante el autismo del Estado?»; «El director ha depositado la responsabilidad de la obra a los actores»; «... deposita su fe al buen funcionamiento de la justicia».

El Diccionario panhispánico de dudas recomienda que, cuando lo que se deposita es algo inmaterial (la confianza, la responsabilidad, la fe...), para indicar en quién o en qué se emplee la preposición en (depositar la confianza en...). No se considera adecuado utilizar para ello un pronombre como me, te, le, les... ni la preposición a, como se hace en los ejemplos citados.
En ellos, lo apropiado habría sido escribir: «... la confianza que el público ha depositado en ella...»; «...la confianza que deposita en ellos la población...»; «... ha depositado la responsabilidad de la obra en los actores» y «... deposita su fe en el buen funcionamiento de la justicia».

"Descambiar" es un verbo correcto

Recuerde que el verbo descambiar con el sentido de 'devolver una compra' no es incorrecto.
Pasadas las fiestas navideñas y con la llegada de las rebajas, muchas personas acuden a los comercios a devolver productos que compraron o les regalaron. Para referirse a esto se emplea a menudo el verbo descambiar, rechazado por quienes opinan que en este caso habría que emplear únicamente el verbo cambiar.

Sin embargo, este empleo de descambiar esta recogido el Diccionario de la Real Academia Española desde hace casi dos siglos y tiene uso desde mucho antes. Con esta palabra, recuerdan las Academias de la Lengua, se expresa la idea de que se deshace un intercambio comercial: el de un producto a cambio de dinero.

En consecuencia, se señala que el uso de descambiar con el sentido de 'devolver una compra' no es incorrecto, pues se ajusta a lo que se quiere expresar y está aceptado por las academias de la lengua.

"Los demostrativos no se acentúan"

Según las reglas ortográficas, los demostrativos (este, ese, aquel...) no deben acentuarse, sean adjetivos («aquellos chicos», «esta situación») o pronombres («quiero esa», «he visto a aquellos»).

Tradicionalmente era preceptivo tildar los pronombres demostrativos («quiero ésa», «he visto a aquéllos»), y a partir de mediados del siglo pasado empezó a recomendarse esa tilde solo en los raros casos en los que el pronombre podía confundirse con un adjetivo.

Sin embargo, la nueva edición de la Ortografía de la lengua española recomienda prescindir de la tilde en todos los casos.

"Dejar", uso incorrecto

Se advierte de que es incorrecto el uso de los verbos dejar, terminar y finalizar con el significado de causar.

Se ha constatado que en muchas informaciones de sucesos se usan estos verbos con un significado que no poseen, y así habitualmente se recurre a expresiones como: «el incendio de una vivienda ha terminado con una mujer herida», o «una explosión de gas ha dejado un herido grave», en las que los verbos terminar y dejar se usan con el significado de causar, originar o producir.

Se precisa que en español terminar y finalizar son sinónimos de concluir y poner fin, pero en ningún caso de causar.

Lo mismo ocurre con el verbo dejar, que tiene diferentes acepciones, pero ninguna de ellas es la de causar, originar o producir.

El uso frecuente de terminar, finalizar y dejar con acepciones que no les corresponden conlleva una pobreza léxica y el desplazamiento de otros verbos tradicionales en español, por lo que se recomienda que no se utilicen con el significado de causar y se recurra para ello a otros como originar, ocasionar o producir, que sí son sinónimos de causar.

"Declinar" es "rechazar"

Se advierte de que el verbo declinar implica rechazar alguna cosa y no que nos decantemos por ella.

Además de 'hacer que algo se incline' y 'decaer', declinar significa 'rechazar una invitación o una responsabilidad' y no tiene el valor de conformidad o aceptación que se da en algunas informaciones. Este uso incorrecto se puede ver en estos ejemplos: «Los técnicos se han declinado por un trazado prácticamente paralelo a la actual carretera» y «EE. UU. se declina por aumentar las tropas o mantenerlas en el nivel actual».

La Fundación del Español Urgente quiere dejar claro que cuando se quiera mostrar una preferencia deben emplearse otros verbos como inclinarse o decantarse; los ejemplos anteriores deberían haber sido: «Los técnicos se han decantado por un trazado prácticamente paralelo a la actual carretera» y «EE. UU. se inclina por aumentar las tropas o mantenerlas en el nivel actual».

"Decimoprimero" y "decimosegundo"

Se considera oportuno anunciar los cambios en el uso de decimoprimero y decimosegundo incluidos por la Asociación de Academias de la Lengua Española en el Diccionario panhispánico de dudas.

Hasta la aparición de ese diccionario, todos los manuales de estilo y los diccionarios de dudas avisaban de que era incorrecto en español usar los ordinales decimoprimero y decimosegundo, y decían que las formas correctas eran undécimo (u onceno) y duodécimo.

Esa norma ha cambiado, y en el español actual ya es lícito usar las dos formas que hasta hace muy poco tiempo se consideraban incorrectas.

Se anuncian estos cambios para que los redactores de noticias sepan que ya pueden escribir, sin miedo a equivocarse: decimoprimero y decimosegundo.

origen de la palabra "Equinoccio"

Instante en el que, por hallarse el Sol sobre el Ecuador, los días son iguales a las noches en toda la Tierra, lo que ocurre anualmente alrededor del 21 de marzo y del 22 de septiembre.
Desde la más remota Antigüedad, el hombre percibió que la duración de los días y de las noches variaba en forma regular a lo largo del año, así como la temperatura ambiente, y que estas variaciones coincidían con el lugar de la salida del sol, que se alejaba del punto cardinal Este hacia el Norte y el Sur, alternativamente. 

Este conocimiento solo empírico del ciclo de las estaciones era de la mayor importancia para la agricultura, que siempre fue la actividad fundamental del hombre. 

En sociedades más avanzadas, como Babilonia o el Egipto de los faraones, el cómputo del tiempo y la observación del ciclo de los astros dieron lugar a la formación de los primeros calendarios, como el babilónico, basado en la Luna, y el de los egipcios, que fue el primer calendario solar.
Sin tener la menor idea del sistema solar como conjunto de planetas que giran alrededor del Sol, estos pueblos verificaron que el comienzo de la primavera y del otoño ocurría cuando el astro se encontraba sobre la línea del Ecuador, en el centro de su trayectoria anual hacia el Norte y el Sur, y los latinos llamaron aequinoctium a los días en que eso ocurría. 

Equinoccio se formó a partir de dos palabras latinas: a) el adjetivo aequus 'igual' -el mismo que encontramos en equilátero 'de lados iguales' y en equidistante 'situado a igual distancia'- y b) nox, noctis 'noche', o sea, 'el día en que la noche es de igual duración que el día'.

"Deber de" no indica obligación

Se recuerda que no debe emplearse deber de para indicar obligación.
Cuando alguien dice «Los usuarios de tarjetas prepago deben de dar sus datos antes del 9 de noviembre», está empleando mal el verbo deber.

Hay que distinguir claramente entre deber con el sentido de posibilidad y deber con el sentido de obligación.

Para dar a entender que algo es posible o que uno supone algo, puede emplearse deber seguido de la preposición de o sin ninguna preposición: «Deben de ser las nueve»; «Deben ser las nueve». De las dos formas puede decirse y ambas significan 'Me parece que son las nueve', 'Es posible que sean las nueve'.

Pero si se quiere significar que algo es obligatorio, ha de emplearse siempre sin preposición: «Los usuarios deben dar sus datos antes del 9 de noviembre».

Sobra, pues, la preposición de en expresiones como «Debemos de cumplir la ley» o «Los aficionados deben de apoyar a su equipo» cuando significan que tenemos que acatar las leyes o que los aficionados han de estar al lado de su club. Lo apropiado sería: «Debemos cumplir la ley»; «Deben apoyar a su equipo».

Se quiere insistir en esta característica del verbo deber: cuando indica algo obligatorio, se construye obligatoriamente sin la preposición de.

miércoles, 27 de julio de 2011

"De cara a", evítese en lugar de las preposiciones "para" y "ante"

Se recomienda evitar el uso de las expresiones de cara a  en lugar de las preposiciones para y ante.

La expresión de cara a puede emplearse con los significados de 'en dirección a' y 'con vistas a', como en «castigado de cara a la pared» o «balcones cara al mar».

Pero no es apropiado su uso con el significado de 'para', ni de 'ante', como en los siguientes ejemplos: «El equipo se entrena de cara al partido de mañana» o «La actitud del Gobierno de cara a la próxima huelga fue...».

Para estos casos, la Real Academia Española, explica que lo adecuado es: «El equipo se entrena para el partido de mañana» y «La actitud del Gobierno ante la próxima huelga fue...».

"Darse cuenta de que", no "darse cuenta que"

En la expresión se dio cuenta de que, no se debe suprimir la preposición de.
En algunas noticias aparecen los giros se dio cuenta que y se dieron cuenta que: «Se dio cuenta que atravesaban por las mismas dificultades y por ello decidieron agruparse»; «Cuando el hombre abrió el baúl se dieron cuenta que era una bomba».

Darse cuenta de algo significa ‘advertirlo’ o ‘percatarse de ello’ y el complemento de esta locución verbal se introduce con la preposición de, aun en los casos en los que sigue la conjunción que, según señala el Diccionario panhispánico de dudas.

En consecuencia, en los ejemplos citados debió haberse escrito: «Se dio cuenta de que atravesaban por las mismas dificultades y por ello decidieron agruparse»; «Cuando el hombre abrió el baúl se dieron cuenta de que era una bomba».

"Dar credibilidad", expresión impropia

Se recomienda evitar la expresión dar credibilidad y sustituirla por creer o dar crédito.
En los medios de comunicación se encuentra con frecuencia la expresión dar credibilidad con el sentido de creer: «El ciclista ya lo había denunciado anteriormente, pero nadie le dio credibilidad»; «El tribunal no dio credibilidad a un informe del Partido Un Nuevo Tiempo».

Credibilidad significa 'cualidad de creíble', algo que puede tenerse o no, pero que no se da; dar credibilidad es una deformación de la expresión dar crédito, que equivale a 'creer'.

Se sugiere, pues, evitar el uso de dar credibilidad y emplear en su lugar creer o dar crédito: «El ciclista ya lo había denunciado anteriormente, pero nadie lo creyó»; «El tribunal no dio crédito a un informe del Partido Un Nuevo Tiempo».

"Cuartel militar": redundancia

Se advierte sobre la incorrección de llamar cuartel militar a lo que en español se llama cuartel.
Se menciona con frecuencia el cuartel militar y se hace sin tener en cuenta que basta con decir cuartel, pues ante esa palabra cualquier hispanohablante piensa en los militares.

Se trata de una redundancia innecesaria, si bien es cierto que hay también cuarteles de bomberos, de policía... Pero cuando se habla de estos últimos siempre se menciona específicamente de qué se trata, precisamente porque si se dice solo cuartel de inmediato se piensa en el militar.

Esta redundancia es innecesaria y se recomienda que se vigile el uso erróneo de cuartel militar.

Copa América 2011: términos relacionados

Las informaciones del torneo de fútbol de la Copa América 2011, que finalizó el pasado 24 de julio, han evidenciado la riqueza del español que utiliza maneras distintas de llamar a una misma cosa.

El desconocimiento de esa variedad, en ocasiones, lleva a pensar en la incorrección de determinados términos, cuando ambos son igual de correctos. 

Esto sucede, por ejemplo, con los nombres de los jugadores: arquero, defensormediocampista o volante, que en el español de España se denominan portero, defensa y centrocampista, respectivamente. 

Además, al jugador que en una misma competición mete la pelota (balón) más veces en el arco (portería), se le denomina artillero (goleador) y suele tener muy buena gambeta (regate).

Asimismo, cuando en un partido no es suficiente el tiempo suplementario o complementario (prórroga) para determinar la victoria de una de las escuadras (equipos), se recurre a la tanda de penales (penaltis), en los que más vale no cometer ninguna falla (fallo) grave.   

Por otro lado, en América, cuando se alude a la victoria de un equipo en campo contrario se habla de un maracanazo, término que debe escribirse en minúsculas; sin embargo, cuando se recuerda específicamente la victoria de la selección de fútbol de Uruguay frente a Brasil en el estadio de Maracaná en el Mundial de fútbol de 1950, ahí sí que debe escribirse Maracanazo con inicial mayúscula.   

En cuanto a los nombres de las selecciones nacionales, muchas reciben nombres populares —la mayoría de las veces tomados del color de las camisetas— que al funcionar como nombres propios deben escribirse con inicial mayúscula, en letra redonda y sin comillas: la Celeste (Uruguay), la Albirroja (Paraguay), la Vinotinto (Venezuela), la Bicolor (Perú), la Albiceleste (Argentina), la Canarinha (Brasil), etc. 

No sucede lo mismo cuando el sobrenombre de las selecciones alude directamente a sus componentes: los guaraníes de la selección paraguaya o los charrúas de la selección uruguaya; estos nombres deben escribirse en minúscula inicial y en cursiva o entrecomillados.

la conjunción "O" no se tilda cuando se escribe entre cifras

Aunque se recomendaba la tilde en la conjunción o cuando se escribía entre cifras para evitar la posible confusión con el número 0, la nueva Ortografía de la lengua española especifica que dicha conjunción se escribirá siempre sin tilde con independencia de que aparezca entre palabras, cifras o signos.

 De este modo lo correcto será escribir: «¿Quieres té o café?»; «Nos volveremos a ver dentro de 3 o 4 días».

"Cómo", "cuándo" y "dónde", cuándo se escriben con tilde

Se recuerda que cómo, cuándo y dónde se escriben siempre con tilde cuando son palabras interrogativas o exclamativas.

Cómo, cuándo y dónde se escriben con tilde cuando tienen carácter interrogativo o exclamativo, como en «¿Dónde has metido las llaves del coche?», «No hemos decidido dónde cenar», «¡Cuánto has tardado!» o «No sabes cómo llovía cuando salí del trabajo».

Estos adverbios se pueden confundir con las palabras como, cuando y donde, que se pronuncian igual pero se escriben sin tilde porque sus significados y usos son diferentes.

Para saber cuándo estas palabras son adverbios interrogativos o exclamativos hay que recordar que cómo se escribe con tilde cuando significa 'de qué manera' o 'de qué modo', o cuando se puede sustituir por la locución 'por qué'; mientras que cuándo y dónde se escriben con tilde cuando significan 'en qué momento' y 'en qué lugar', respectivamente, y también pueden aparecer con otras preposiciones diferentes, como de (de dónde), desde (desde cuándo), hacia (hacia dónde), hasta (hasta cuándo), para (para dónde), etc.

"Con motivo de" no es "debido a"

Se recuerda que la expresión con motivo de solo debe usarse en los casos que se derivan de un cierto grado de voluntad y no en aquellos otros que son consecuencia de causas accidentales o fortuitas.

Así, se señala que son incorrectas frases como «Tres personas murieron con motivo de un choque entre dos vehículos», ya que lo correcto hubiera sido debido a o por causa de: «Tres personas murieron debido a un choque entre dos vehículos».

La palabra motivo es la 'causa o razón que mueve para algo' y equivale a con ocasión de o a propósito de, por lo que es necesario que haya una motivación, es decir, cierto grado de voluntad: «Erigieron al cantante una estatua con motivo del centenario de su nacimiento» o «Se ofreció un ágape con motivo de la presentación de la película».

"Con motivo a", expresión incorrecta

Se advierte del uso incorrecto de la locución con motivo a ya que lo correcto es con motivo de.
En un análisis diario de los medios de comunicación, se ha detectado que se usa de forma errónea con motivo a como se ve en los siguientes ejemplos: «El ex presidente de la República Dominicana plantará un árbol con motivo a su cumpleaños»; «El presidente Chávez preside actos con motivo a los 150 años de la batalla de Santa Inés».

Lo correcto es con motivo de, y por tanto los anteriores ejemplos debieran haberse escrito de la siguiente forma: «El ex presidente de la República Dominicana plantará un árbol con motivo de su cumpleaños»; «El presidente Chávez preside actos con motivo de los 150 años de la batalla de Santa Inés».

martes, 26 de julio de 2011

"comprometer" y "comprometerse" no es lo mismo

Existe confusión entre las formas comprometer y comprometerse, cuyos significados son distintos.

Es cada vez más frecuente el uso erróneo del verbo comprometer con el sentido de 'acordar algo', 'contraer un compromiso' o 'prometer'. Así se emplea en ejemplos como «... contactar con agencias de financiamiento con el fin de asegurar el desarrollo de las actividades comprometidas» o «El Gobierno compromete todo su apoyo a las empresas con dificultades».

Debe recordarse que solo comprometerse,  es la variante pronominal del verbo comprometer, equivale a 'contraer un compromiso', mientras que la forma sin se significa 'hacer a alguien responsable de algo, tener una obligación' («padres comprometidos con la educación de sus hijos») o 'poner a alguien en riesgo' («La supervivencia del águila imperial está seriamente comprometida»).

Esta diferencia entre comprometer y comprometerse conlleva un importante cambio en el significado de la oración, pues si decimos que «El Gobierno compromete todo su apoyo...» lo que verdaderamente estamos diciendo es que el Gobierno pone en riesgo su apoyo. Estos ejemplos erróneos pueden solucionarse fácilmente recurriendo a alternativas como el verbo acordar o prometer: «El Gobierno promete todo su apoyo a las empresas con dificultades».

Se advierte sobre la confusión entre las formas pronominal y no pronominal del verbo comprometer, asimismo se recomienda que se preste especial atención a sus distintos significados.

"Cometer" y "acometer"

Se recuerda que acometer no puede emplearse con el mismo significado que tiene el verbo cometer, que siempre tiene un componente negativo.

El verbo acometer significa, entre otras cosas, 'decidirse a una acción o empezar a ejecutarla' y no debe emplearse, por tanto, con el significado de cometer que se emplea para decir que alguien cae o incurre en una culpa, falta, delito, etc.

Acometer es correcto en frases como «Acometieron la ejecución del proyecto con mucho entusiasmo» pero no lo es en otras como «Han sido detenidas diez personas acusadas de acometer al menos 21 robos». En este caso debió decirse: «Han sido detenidas diez personas acusadas de cometer al menos 21 robos».

Se advierte de la diferencia que hay entre ambos verbos y que siempre que se hable de delitos, robos, faltas, etc. se emplee el verbo cometer.

"Comentar"

Se advierte un uso extendido del verbo comentar con el sentido de decir en frases como, por ejemplo, «"Lo novedoso del 2006 es la reaparición de Rusia en el mapa de las amenazas mundiales", comentó el diario italiano La Stampa» o «El portavoz de la CEE comentó entonces que "no se estaba diciendo toda la verdad desde los poderes públicos"».

Comentar significa 'explanar, declarar el contenido de un escrito para que se entienda con más facilidad' o 'Hacer comentarios (juicios o consideraciones)' (Diccionario de la lengua española, 2001); (Vox Diccionario de uso del español de España y América)añade una tercera acepción: «Decir algo para informar», pero aclara que este es un uso coloquial.

Se recomienda, pues, que cuando lo que se quiere dar a entender es que alguien dice o ha dicho algo, en lugar del verbo comentar se emplee decir, afirmar, señalar, indicar, etc.

"Clausurar", uso recomendado

Se recomienda que se utilice el verbo clausurar cuando se hable del cierre de congresos y se evite el uso abusivo de otros menos precisos para este contexto como finalizar, terminar o acabar.

Es común que los medios de comunicación utilicen los verbos finalizar, terminar o acabar cuando se habla del cierre de un congreso: «Con el discurso del director de la fundación finalizó el congreso»; «El Congreso finalizará con una audiencia con el papa, el sábado, en la plaza San Pedro».

Sin embargo, en estos casos, en lugar de finalizar, terminar o acabar hay en español otro verbo más adecuado, más cercano a la palabra congreso, y es clausurarse.

De este modo, en los ejemplos citados podría haberse escrito: «Con el discurso del director de la fundación se clausuró el congreso»; «El Congreso se clausurará con una audiencia con el papa, el sábado, en la plaza San Pedro».

"Cifras negativas", uso incorrecto

Se advierte sobre el uso incorrecto de las cifras negativas cuando van precedidas de términos cuyo significado ya implica su carácter negativo, como perder, decrecer, bajar o disminuir.

En su habitual análisis lingüístico de los medios de comunicación, se ha detectado frases como: «La inversión en televisión decreció el -28 % en el 2009», «El gigante del automóvil  Toyota facturó 297 millones dedólares, lo que supuso una disminución del -36,4 %»

Se precisa que en todos estos casos el signo - (menos) resulta incoherente, pues en los verbos decrecer, disminuir y bajar ya está implícito el carácter negativo de las cifras a que se refieren.

Así, en los ejemplos anteriores lo adecuado habría sido escribir: «La inversión en televisión decreció el 28 % en el 2009», «El gigante del automóvil Toyota facturó 297 millones dedólares, lo que supuso una disminución del 36,4 %.

"Cesar" no es sinónimo de "destituir"

Se advierte de que una persona puede cesar en su empleo o cargo, pero no ser cesado.
En las noticias sobre despidos de personas de sus puestos de trabajo es frecuente encontrar frases como «Los profesores se manifiestan por los 16.000 trabajadores que fueron cesados en el 2010».

Estos usos son inapropiados, porque el verbo cesar es intransitivo y significa 'dejar de desempeñar algún empleo o cargo'; es decir, que es el trabajador quien cesa, bien porque lo despiden, bien porque él decide poner fin a la relación laboral.

Se recomienda, pues, evitar este uso incorrecto del verbo cesar con el sentido de hacer que alguien abandone su puesto, y emplear para ello otros verbos más adecuados, como, según el caso, destituir, relevar, deponer o despedir.

Así, en el ejemplo anterior lo correcto habría sido escribir, por ejemplo, «Los profesores se manifiestan por los 16.000 trabajadores que fueron despedidos en el 2010».

"causar", no "dejar "

Se ha detectado un uso abusivo del verbo dejar con el sentido de causar (referido a efectos negativos).

Es muy frecuente encontrar en las noticias formulaciones como «La explosión de Manhattan deja 16 heridos»; «El incendio ha dejado daños de importancia», o «Este es el departamento boliviano más castigado por las inundaciones que dejó la presente temporada del Niño».

El Diccionario académico no recoge ninguna acepción de dejar que se acomode a estos ejemplos; otros diccionarios ofrecen definiciones que se aproximan más, como 'producir [una persona o cosa] un efecto sobre algo como resultado de su presencia, paso o acción'. También existe la posibilidad de que los redactores tuvieran en mente, al formular las noticias, la expresión dejar un saldo de.

En cualquier caso, el empleo abusivo de dejar con este sentido está desplazando el uso de verbos más apropiados, como causar, producir, ocasionar, acarrear, provocar, originar, motivar... o la expresión dar lugar a: «La explosión de Manhattan causó 16 heridos»; «El incendio ha producido daños de importancia» o «Este es el departamento boliviano más castigado por las inundaciones que ha ocasionado la presente temporada del Niño».

Por ello, se recomienda no emplear el verbo dejar con el sentido de causar (efectos negativos) y sutituirlo por causar, producir, ocasionar, acarrear, provocar, originar, motivar, dar lugar a...

"Catar", mejor que "Qatar", según la nueva Ortografía de la RAE

La última edición de la Ortografía de la lengua española propone, para referirse al país cuyo nombre se escribía tradicionalmente Qatar, la grafía Catar.

Se recomienda emplear la grafía sugerida por las Academias y escribir Catar; su gentilicio es catarí (plural, cataríes).

"Calificar" no es "clasificarse"

Se aclara que quien ha obtenido un puesto en una competición no califica, sino que se clasifica.

Calificar significa 'atribuir ciertas calidades a alguien o algo' y 'juzgar los conocimientos de alumnos, opositores, etc.', mientras que clasificar es 'ordenar o disponer por clases, categorías, etc.'. Este verbo, en su forma pronominal clasificarse, se emplea para indicar que alguien obtiene un determinado puesto en una competición.

Por lo tanto, no sería correcto decir «Nadal califica para la ronda siguiente» o «El equipo ganador calificará para la final de la Liga Europa», sino «Nadal se clasifica para la ronda siguiente» o «El equipo ganador se clasificará para la final de la Liga Europa».

Cabe destacar, que estos verbos no son sinónimos de cualificar, que significa 'dar o atribuir cualidades a una persona, especialmente las necesarias para desempeñar una profesión', aunque sí pueden funcionar como tales calificado y cualificado cuando indican que una persona está capacitada para un determinado trabajo.

"Calcinado" y "carbonizado"

Se recomienda que se evite el adjetivo calcinado para referirse al estado en que queda una persona cuando muere abrasada y se recurra al calificativo carbonizado.

Según el Diccionario de la Real Academia Española, el verbo calcinar significa 'reducir a cal viva los minerales calcáreos, privándolos del ácido carbónico por el fuego' y también 'abrasar por completo, especialmente por el fuego', mientras que carbonizar significa 'reducir a carbón un cuerpo orgánico'.

Por lo tanto, en nuestro idioma como solo se calcinan los minerales, no se puede hablar de calcinado para referirse a una persona que ha muerto abrasada, sino que se debe hablar de carbonizada.

Igualmente, en las informaciones sobre incendios forestales no se debe hablar de «árboles calcinados», pues se olvida que los árboles se carbonizan porque se hacen carbón y no cal.
El uso de calcinar como sinónimo de carbonizar puede deberse a la influencia de la palabra francesa calciner que significa reducir a carbón o a cenizas.

Se recomienda, en consecuencia, que se utilice el verbo carbonizar cuando se trate de personas y calcinar cuando se haga referencia a aquellas materias que no sean orgánicas. Así pues, las personas se carbonizan y los automóviles, por ejemplo, se calcinan.

"Caber", seguido de infinitivo, se usa en singular

Se recuerda que cuando el verbo caber va seguido de un infinitivo se usa en singular.
Entre los significados del verbo caber está el de 'ser posible', 'ser natural', y en este caso, el sujeto, «lo que cabe», puede ser una frase con el verbo en infinitivo: «Cabe esperar buenas noticias»; «Cabe decir que el resultado ha sido magnífico»; «Cabe señalar su buena preparación». Como el sujeto de cabe es la oración que está a continuación, el verbo caber, en estas combinaciones, se usa siempre en singular.

Sin embargo, cuando después del verbo en infinitivo hay nombres en plural se puede caer en el error de emplear también caber en plural: «No cabían esperar análisis más profundos»; «En este caso caben recordar los precedentes establecidos»; «De este disco caben destacar dos canciones».

Una forma de evitar este error es recordar que caber equivale a 'ser posible' o 'ser natural' y ver si en ese caso dichas formas podrían emplearse en plural. Puesto que no diríamos «No eran naturales esperar más análisis» ni «De este disco son posibles destacar dos canciones», tampoco en los ejemplos citados cabe emplear caber en plural.

"bebé", género común

Se informa de que en español actual la palabra bebé es de género común: el bebé, la bebé.
Aunque en los principales diccionarios de lengua española bebé aparece solo como masculino (el bebé, sea niño o niña), el uso en el español contemporáneo, especialmente en la mayoría de los países hispanohablantes de América, ha transformado a esa palabra en «común» en cuanto al género.

Así, en español moderno, pueden usarse (y se usan generalmente desde México hasta Chile) las formas la bebé y una bebé cuando nos referimos a una niña, y el bebé y un bebé cuando se trate de un niño.

En el Diccionario Panhispánico de Dudas, redactado por la Asociación de Academias de la Lengua Española, se señala que en América (excepto en el Río de la Plata) se usa como palabra de género común.


Hay otra forma para el femenino, también en algunas zonas de América, que es la beba. Y el diminutivo se forma a partir de bebe y es bebito. En consecuencia, se advierte de que son correctas las formas el bebé, la bebé, la beba, el bebito y la bebita.

"Autopsia de un cadáver", redundancia

La definición de autopsia es 'examen anatómico de un cadáver para determinar las causas de su muerte'; por lo tanto, este término ya lleva implícito en su significado que solamente puede hacerse a un cadáver.

Como ejemplo se han oído o leído frases como «La autopsia al cadáver de Michael Jackson ha concluido poco después de la medianoche» o «Los familiares de Michel Jackson piden que se haga una segunda autopsia al cadáver». En ambos casos debió decirse «La autopsia de Michel Jackson ha concluido poco después de la medianoche» o «Los familiares de Michel Jackson piden que se haga una segunda autopsia».

"Ausentarse" no equivale a "estar ausente"

Es necesario advertir sobre la confusión entre ausentarse y no estar o estar ausente.
No es raro encontrar en los medios de comunicación frases como las siguientes: «El artista demostró su disconformidad ausentándose de la entrega de premios»; «El primer ministro se ausentó del país durante la visita del papa»

El empleo del verbo ausentar(se) habría sido apropiado en estos casos si el artista se hubiera ido a mitad de la entrega de premios, si el primer ministro se hubiese marchado del país cuando el papa ya estaba en él, porque ausentarse significa 'irse', 'marcharse', 'salir', 'abandonar un sitio'.

Pero lo que en los ejemplos citados quería decirse es que el artista no acudió a la entrega, que el primer ministro ya se había marchado cuando llegó el papa y que los concejales no fueron al acto. Es decir, que se hallaban ausentes, que no estaban, y para significar eso no se debe usar ausentarse, que significa 'separarse de un lugar', y no 'estar ausente de un lugar'.

Para evitar esta confusión, se hace hincapié en que se evite emplear ausentarse para significar que alguien no acudió a un sitio o no estuvo en algún acto, y que se utilicen en su lugar fórmulas como no fue, no acudió, no se presentó, estuvo ausente, no estuvo presente, no asistió...

Origen de la palabra "Estructura"

La palabra latina structura, de donde proviene este vocablo, se formó a partir del verbo struere 'acomodar en pilas, apilar', que a su vez proviene de la raíz indoeuropea ster- 'desplegar'. Una vez que los romanos le dieron al verbo struere la denotación arriba indicada, se formó no solo estructura sino también una larga familia de palabras en la que se cuentan verbos y sustantivos, cuyos significados se determinan mediante el uso de sufijos, tales como construir, mediante el prefijo con-; reconstruir, mediante los prefijos re- 'de nuevo' y con-; destruir, mediante el prefijo des-; instruir, 'suministrar a alguien elementos internos, como el conocimiento', mediante el prefijo in-; obstruir, mediante el prefijo ob- 'contra'.

De instruir se derivó también instrumento. El prefijo in- tomaba a veces en latín la forma indu, con lo que instruir dio lugar también a industria y sus derivados.

Anteponiendo el prefijo super- tenemos superestructura, originalmente, 'algo que está construido encima'.

En los primeros años del siglo XX, el lingüista suizo Ferdinand de Saussure tomó la palabra para explicar su teoría del lenguaje humano, que concebía como una estructura binaria. Este enfoque influyó luego sobre otras ciencias y disciplinas, como la Antropología y la Filosofía, en las que se desarrollaron corrientes estructuralistas basadas en las ideas de Saussure.

Origen de la palabra "Pariente"

Voz que sirve para designar a ascendientes, descendientes y colaterales de una familia, respecto de un miembro de ella, ya sea por consanguinidad o por afinidad. 

Proviene del latín parentis 'padre y madre', participio activo del verbo parere 'parir'; denotaba, pues 'quien está pariendo'. En el latín de la Baja Edad Media, el significado de parentes ya se extendía a todos los miembros de la familia. En su Diccionario español-latino (1495), Antonio de Nebrija registraba las voces parentela y parental. Esta última significa, todavía hoy, 'relativo a los padres' y, en biología y psicología, puede referirse a solo uno de los progenitores. Algunos fabricantes de software ofrecen, por ejemplo, programas de 'control parental', mediante los cuales los padres pueden controlar que sitios de la internet visitan sus niños.

Origen de la palabra "Apócrifo"

Apócrifo se usa hoy con el significado de 'fabuloso' o 'falso'. En una época lejana, en cambio, significó 'oculto'. Se formó a partir del latín apocryphus y éste, del griego apokryphos, derivado del verbo kryptein 'ocultar'. 

Numerosos relatos acerca de la vida de Cristo y de sus apóstoles, que jamás fueron acogidos oficialmente por la Iglesia en el Evangelio, no son menos auténticos que las narraciones de los cuatro evangelistas, por lo que tuvieron que permanecer ocultos durante muchos siglos y hasta hoy son conocidos apenas por los estudiosos de temas bíblicos, y se los denomina "evangelios apócrifos". 

En 1614, nueve años después de la publicación de Don Quijote de la Mancha, cuando apareció una nueva versión firmada por un ignoto Alonso Fernández de Avellaneda, probablemente un seudónimo, la obra fue designada El Quijote apócrifo, esta vez con el sentido de 'falso' y no de oculto.

"Aun" y "aún"

Se precisa el uso correcto de las formas aun y aún.

Las formas aún y aun se confunden con frecuencia y, en numerosas ocasiones, aparece la forma con tilde cuando lo correcto es sin tilde y viceversa.

La forma aun es un monosílabo átono, es decir, no lleva tilde nunca, cuando significa 'hasta', 'también', 'incluso' (o 'siquiera', con la negación ni): «Aprobaron todos, aun (incluso) los que no estudian nunca»; «Puedes quejarte y aun (e incluso/hasta) negarte a venir, pero al final iremos»; «Ni hizo nada por él, ni aun (siquiera) lo intentó.

En cambio, aún es bisílabo y tónico (se pronuncia /a-ún/). Lleva tilde cuando puede sustituirse por todavía sin alterar el sentido de la frase: «Lo siento pero el doctor aún (todavía) no ha llegado»; «Si vamos en avión el viaje aún (todavía) será más caro»; «He hecho un proyecto perfecto, y aún (todavía) le han encontrado inconvenientes».

En consecuencia, el adverbio aún se acentúa en todos los casos en los que pueda ser sustituido por todavía, independientemente de que también pueda sustituirse por otras formas.

miércoles, 20 de julio de 2011

"Atracar" y "robar"

Se considera necesario avisar de la confusión que ha detectado en el uso de los verbos atracar y robar.

En algunas informaciones sobre los robos que se cometen por la noche con el método conocido en España como alunizaje (rotura de las lunas -vidrios- de los escaparates haciendo chocar un automóvil contra ellos) se utiliza el verbo atracar para referirse a lo que hacen los ladrones tras entrar en el local, cuando lo que hacen no es eso, sino robar.
Atracar es sinónimo de asaltar, y para ello es necesario que el atracador amenace o fuerce al atracado, cosa que no ocurre cuando los ladrones entran por la noche en establecimientos en los que no hay nadie.

Es incorrecto utilizar el verbo atracar cuando los ladrones no amenazan a nadie para cometer su delito; en esos casos hay que hablar de robo, si es con rotura, o de hurto, si además de no intimidar a nadie no se fuerza ni se rompe nada para cometerlo.

"atentado terrorista", no "ataque terrorista"

Se recomienda el uso de la expresión atentado terrorista en lugar de ataque cuando se hace referencia a un suceso como el ocurrido hoy en Londres.

La palabra inglesa attack puede traducirse por la española ataque pero no siempre, ya que, según el contexto, puede tratarse de un atentado, asalto o agresión. Por lo tanto, lo que en inglés sería un terrorist attack debe traducirse al español por atentado terrorista, que es la forma que siempre se ha usado en nuestra lengua, y no por ataque terrorista.

Según el Diccionario de la Real Academia, ataque es la acción de atacar, acometer o emprender una ofensiva; es decir que tiene un significado mucho más genérico que atentado que, según el citado diccionario, es una agresión contra la vida o la integridad física o moral de alguien.

"Asequible" y "accesible"

Se ha observado que en los medios de comunicación se emplea el término asequible con el significado de accesible, pese a que no siempre es correcto.

Asequible significa 'que se puede conseguir o adquirir'; cuando nos referimos a precio, 'que es moderado', y también 'que algo es comprensible o fácil de entender', mientras que accesible es 'aquella persona o cosa a la que se puede acceder o llegar sin dificultad'; 'persona de carácter afable' y 'aquello que es fácil de comprender'. Solamente en esta última acepción es sinónimo de asequible: «Escribe novelas asequibles/accesibles para cualquier lector».

El uso de asequible no es apropiado, en cambio, en frases como: «Prefiero hablar con el subdirector porque es más asequible que el director» o «La carretera que lleva a este pueblo es poco asequible». Debería haberse dicho «Prefiero hablar con el subdirector porque es más accesible que el director» o «La carretera que lleva a este pueblo es poco accesible».

"Arrojar", uso incorrecto

Se precisa que es incorrecto el uso del término arrojar con el significado de causar.
El Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia indica que el verbo arrojar significa 'impeler con violencia una cosa, de modo que recorra una distancia, movida por el impulso que ha recibido' o 'echar, hacer que alguna cosa vaya a parar a alguna parte', e igualmente 'echar, despedir de sí', 'echar, hacer que una cosa caiga en un sitio determinado', 'echar, hacer salir a uno de su lugar', 'precipitarse, dejarse ir con violencia de alto a bajo' e 'ir violentamente hacia una persona o cosa hasta llegar a ella', y también, dicho de una cuenta, de un documento, etc.: 'Presentar, dar de sí como consecuencia o resultado'.

A su vez, el Diccionario de uso del español de América y España (Vox) señala que arrojar hace referencia a 'lanzar con fuerza una cosa con la mano o mediante un aparato en determinada dirección', 'dejar caer algo desde un lugar determinado' y 'despedir algo de sí', 'expulsar violentamente por la boca lo que está contenido en el estómago' y también 'dar [una cuenta, un cálculo u otra cosa] un determinado resultado'. Por ejemplo: «La cuenta arroja un saldo positivo».

Usar el verbo arrojar en frases como «los enfrentamientos armados arrojaron nueve muertos y numerosos heridos» es incorrecto, pues se da a ese término el sentido de 'causar', y lo adecuado en casos como este sería construir la frase así: «los enfrentamientos armados causaron nueve muertos y numerosos heridos».

En consecuencia, se reitera que el uso del término arrojar con el significado de 'causar' es incorrecto.

"Antiarrugas", no "antiedad"

Se recomienda que cuando se hable de tratamientos rejuvenecedores se utilicen las palabras antiarrugas , rejuvenecedora o antienvejecimiento y se evite el término antiedad.

El término antiedad se utiliza refiriéndose a lo que en inglés sería anti-aged y anti-aging y como anti es un prefijo de origen latino que significa 'oponente o contrario' o 'que protege, previene' o 'lucha contra algo', en este caso, estaría mal empleado pues no se lucha contra la edad, sino contra los efectos que produce.

Por ello, se aconseja que cuando se haga referencia a esos productos estéticos o médicos se utilicen los términos crema antiarrugas o crema rejuvenecedora y tratamiento antienvejecimiento.

"Alrededor mío" es correcto

El adverbio alrededor puede usarse seguido de los posesivos mío, tuyo y suyo.
Ante la creencia, muy extendida, de que decir o escribir alrededor mío (... tuyo o ... suyo) es incorrecto, debida a su similitud con las formas detrás mío o delante mío, que no son correctas en la norma culta del español, la Fundación del Español Urgente considera necesario explicar que no se trata del mismo caso.

Con detrás y delante no deben usarse los posesivos (aunque su empleo esté muy extendido en el habla popular) por tratarse de dos adverbios, pero no ocurre lo mismo con alrededor, porque en este caso, aunque también se trata de un adverbio, este está formado por la contracción de la preposición a y el artículo el seguidos de un sustantivo, rededor (contorno).

En español son igualmente correctas las formas alrededor de mí y alrededor mío, alrededor de ti y alrededor tuyo, alrededor de ella, alrededor de él, alrededor de ellas, alrededor de ellos y alrededor suyo.

"Administrar" medicamentos, no "suministrar"

En relación con la campaña de vacunación contra la gripe A1HN1 es frecuente leer y escuchar en los medios de comunicación frases como «Las vacunas están siendo suministradas a todos los grupos de riesgo por las enfermeras de atención general», «Los ambulatorios ya han suministrado la vacuna contra la gripe A1HN1 a más de 12.000 personas» o «Se ha dispuesto un enfermero a jornada completa dedicado exclusivamente a suministrar la vacuna».

La palabra suministrar significa 'referido a algo que se necesita, darlo o proporcionarlo', mientras que administrar, entre otras acepciones, quiere decir 'aplicar, dar o hacer tomar un medicamento'. En el caso de las vacunas se puede decir que «los laboratorios las suministran a los centros médicos», pero «se les administra a los pacientes».

Por tanto, en los ejemplos anteriores lo adecuado habría sido: «Las vacunas están siendo administradas a todos los grupos de riesgo por las enfermeras de atención general», «Los ambulatorios ya han administrado la vacuna contra la gripe A1HN1 a más de 12.000 personas» o «Se ha dispuesto un enfermero a jornada completa dedicado exclusivamente a administrar la vacuna».

"Acto de presencia", uso inadecuado

Según el Diccionario del estudiante de la Academia, «hacer alguien acto de presencia» es 'estar presente en un lugar durante un tiempo muy breve y sólo por cumplir', por lo que es necesario tener la intención de asistir a algún sitio, lo que no le es posible a las cosas, que no tienen voluntad. Por tanto, es incorrecto decir «La nieve ha hecho acto de presencia esta mañana en Barcelona», ya que la nieve no puede cumplir con un compromiso; en este caso, debería haberse dicho «La nieve llegó esta mañana a Barcelona». Tampoco las enfermedades obran procurando salvar las apariencias, y en lugar de «La gripe hace acto de presencia» debería haberse dicho «Llegó la gripe».

Por ello, se recuerda que acto de presencia debe aplicarse solo a personas que asisten a un lugar por cumplir y nunca a cosas.

"Achacar" implica algo negativo

Achacar tiene connotaciones negativas y por tanto no debe emplearse cuando se quiere explicar el motivo de algo en sentido positivo.

Cada vez es más frecuente oír este verbo en frases como «El éxito lo achacan a su buen hacer», «Achacaron la bajada del paro a la recuperación económica» o «Su talento se puede achacar a los genes». Sin embargo, achacar significa 'atribuir un delito, culpa, defecto o desgracia', por lo que en estos ejemplos se está sugiriendo que el éxito puede ser un delito, la bajada del paro es una desgracia y el talento se ha de considerar un defecto.

En estos casos, hubieran sido preferibles otros verbos como «El éxito lo asocian a su buen hacer», «Atribuyeron la bajada del paro a la recuperación económica» o «Su talento puede venirle en los genes».

martes, 19 de julio de 2011

"Al menos", mal uso

La locución adverbial al menos debe usarse para denotar una excepción o salvedad y no como una manera de sustituir a otras locuciones, como hasta el momento o hasta ahora.

En español, al menos se utiliza para denotar una excepción o salvedad: «Nadie ha venido, al menos hasta ahora» o con el significado de 'aunque no sea otra cosa' o 'aunque no sea más', en frases como: «Permítaseme al menos decir mi opinión»; «Valdrá al menos 300 euros».

En otros casos, se dice, por ejemplo, que la ola de calor ha causado «al menos cinco muertos» cuando lo apropiado sería decir «ha causado hasta ahora cinco muertos», o «cifras oficiales hablan de cinco muertos» o simplemente eliminar ese al menos y decir: «La ola de calor ha causado cinco muertos».

Adolecer no significa "carecer"

Adolecer significa 'tener algún defecto' o 'padecer algún mal'. Si se dice de alguien que «adolece de tacañería» o de otro que «adolece de migraña», lo que quiere darse a entender es que el primero tiene el defecto de la tacañería y que el segundo padece cierto tipo de dolor de cabeza.

Sin embargo, algunos medios emplean adolecer con el sentido de ‘carecer’:«Aznar dice que la UE adolece de liderazgo»; «Kenia adolece de la necesaria cohesión por las hondas divisiones tribales»; «Nuestra ciudad es rica en artistas, pero adolece de salas».

Sin embargo adolecer no significa ‘carecer’, por lo que, en estos ejemplos, aunque lo que se quería decir era que a la UE, Kenia y la ciudad les faltan, respectivamente, liderazgo, cohesión y salas, lo que se estaba diciendo en realidad era algo muy distinto: que el hecho de que la UE tenga liderazgo, Kenia tenga cohesión y la ciudad tenga salas constituye un defecto.

Se recomienda, pues, evitar siempre este empleo de adolecer con el sentido de 'no tener' algo y emplearlo solo cuando quiera decirse 'padecer un mal' o 'tener un defecto'.

"Acceder", uso y abuso

Se recomienda que se evite el uso abusivo del verbo acceder para referirse al la acción de entrar en algún sitio.

Se ha detectado que en los noticiarios de radio y televisión, y también en la prensa escrita, el verbo acceder ha desplazado casi por completo al más normal y más correcto entrar.

Si en la lengua hablada nadie dice que «accede a su casa o al restaurante», no hay ninguna razón para que en todas las noticias se use ese verbo en contextos de ese tipo.

Así, frases como: «fue detenido cuando accedía a su vivienda» o «los manifestantes impidieron el acceso de los parlamentarios al edificio del Congreso», deben simplificarse y acercarse más al receptor de la información, y para ello basta con decir: «fue detenido cuando entraba en su vivienda» o «los manifestantes impidieron la entrada de los parlamentarios al edificio del Congreso».

Acceder, además de 'entrar', significa en español 'consentir en lo que alguien solicita o quiere', 'ceder en el propio parecer, conviniendo con un dictamen o una idea de otro, o asociándose a un acuerdo' y 'tener acceso a una situación, condición o grado superiores, llegar a alcanzarlos'.

También sobre el anglicismo accesar, muy usado en algunos países de América, que conviene evitar en contextos como «accesar a la información». En consecuencia, prefierase siempre el verbo entrar cuando de lo que se trate sea precisamente de eso.

"Abusado", uso incorrecto

Se recomienda que no se emplee el participio abusado para aludir a una víctima de abusos sexuales.

La persona que sufre los abusos va precedida de la preposición de, es decir, no se *abusa a alguien, sino que se abusa de alguien. Por ello, y según recuerda el Diccionario panhispánico de dudas, de la Asociación de Academias de la Lengua Española, es incorrecto decir que *una persona ha sido abusada.

En ese diccionario se proponen alternativas como sufrir abusos o ser víctima de abusos, de forma que se puede decir «sufrió abusos por parte de su novio» en lugar de «fue abusada por su novio». Otra posibilidad es construir la oración con la preposición de que le corresponde, como «los niños de los que se ha abusado» en lugar de «los niños que han sido abusados». Por tanto, que no se hable de *personas abusadas y que en su lugar se empleen otras construcciones más adecuadas en español.

"Abrir" mejor que "aperturar"

El término aperturar se ha formado a partir del sustantivo apertura. Sin embargo, el verbo relacionado con apertura no es aperturar, sino abrir.

Este verbo se ha puesto de moda en el lenguaje bancario: «aperturar una cuenta bancaria», y se ha extendido a otros campos: «aperturar procedimientos judiciales», «aperturar nuevos negocios a nivel nacional» o «aperturar oficinas». En todos esos casos, lo apropiado es emplear el verbo abrir.

Según se indica en el Diccionario panhispánico de dudas, el verbo aperturar no es correcto en español y, por lo tanto, su uso no está justificado y debe evitarse.

"Abatir" no es sinónimo de "matar"

el verbo abatir no es sinónimo de otros verbos como matar, asesinar, disparar o tirotear, aunque se pueda usar en sentido figurado con ese mismo significado.

En las noticias sobre operaciones militares y policiales y enfrentamientos entre bandas y grupos armados, se repite con demasiada frecuencia el verbo abatir y su participio abatido para evitar el uso de matar y de muertos, sin tener en cuenta que en español el verbo abatir no tiene el mismo significado que matar.

Abatir tiene entre sus significados los de 'hacer que algo caiga o descienda', 'inclinar, tumbar, poner tendido lo que estaba vertical', 'humillar', 'hacer perder el ánimo, las fuerzas', pero en ningún caso el de 'matar' o 'asesinar', es decir, se puede abatir (tirar al suelo) a una persona dándole una pedrada en una pierna o pegándole un tiro en la rodilla, pero sin necesidad de matarla.

Por ello no conviene abusar de su uso figurado en frases como las siguientes: «Funcionarios de la Policía abatieron hoy a un joven de 23 años»; «Al menos diez islamistas abatidos en un enfrentamiento con el Ejército»; «Rodríguez Barragán confirmó que la guerrillera está herida, mientras que dos guerrilleros que estaban con ella fueron abatidos en el enfrentamiento».

En estos casos hubiera sido mejor decir: «Funcionarios de la Policía mataron hoy a un joven de 23 años»; «Al menos diez islamistas muertos en un enfrentamiento con el Ejército»; «Rodríguez Barragán confirmó que la guerrillera está herida, mientras que dos guerrilleros que estaban con ella resultaron muertos en el enfrentamiento».

"A sí mismo", "así mismo" y "asimismo": usos y diferencias

A sí mismo, así mismo y asimismo tienen un sonido prácticamente igual, pero significan cosas distintas.
La grafía a sí mismo está formada por la preposición a, el pronombre reflexivo y el adjetivo mismo y, por ser adjetivo, admite variaciones de género y número (‘a sí misma’, ‘a sí mismos’, ‘a sí mismas’): «Los tres ediles se votaron a sí mismos en la investidura».

Las formas así mismo y asimismo se emplean indistintamente cuando su significado es el de ‘también o además’: «Así mismo, señalaba que no se ha planteado en ningún momento formar equipo de Gobierno»; «Asimismo señalan que el cambio climático provocará una disminución del área de distribución de muchas especies forestales».

También se escribe así mismo, en dos palabras, cuando se trata del adverbio así y del adjetivo mismo, en el que este último funciona como refuerzo y puede omitirse: «Lo hizo así (mismo)».

"A cuenta de" y "por cuenta de" no significan lo mismo

A cuenta de significa 'en compensación, como anticipo o a cambio de' y por cuenta de, 'en nombre de alguien o algo, o a su costa', y por lo tanto no pueden emplearse indistintamente

Sin embargo, en ocasiones los medios de comunicación utilizan frases como: «Los impuestos que se ocasionen serán a cuenta del comprador» o «Todos los gastos correrán a cuenta de la federación», cuando lo adecuado hubiera sido: «Los impuestos que se ocasionen serán por cuenta del comprador» y «Todos los gastos correrán por cuenta de la federación».

"A través de" no es "durante" ni "a lo largo de"

En muchos medios de comunicación se utiliza erróneamente la forma a través de con el sentido de durante y a lo largo de, como puede verse en las siguientes frases: «Se mantuvo un clima cordial a través de la reunión»; «Se han contratado actores para explicar la historia de la ciudad a través de las distintas épocas».

Sin embargo, a través de significa 'por entre', 'por intermedio de' o 'que algo pasa de un lado a otro' y no durante ni a lo largo de, por lo que  en los anteriores ejemplos se debería haber escrito: «Se mantuvo un clima cordial durante la reunión» y «Se han contratado actores para explicar la historia de la ciudad a lo largo de las distintas épocas».

"A nivel de", uso y abuso

Cuando se refiere a altura física lo habitual es usarla con artículo (al nivel de), como en «Las ventanas estaban al nivel de la calle»; pero también se puede utilizar sin el artículo (a nivel de), como en «Clavar la tabla optométrica en la pared a nivel de los ojos».

Es lícito su uso cuando se trata de categorías o rangos, como en «El asunto será tratado a nivel de subsecretarios».

Es incorrecto, en cambio, usar la expresión a nivel de cuando esta puede sustituirse por con respecto a, en el ámbito de, entre o en, como en estos casos: «El comportamiento de los ciudadanos a nivel de (en la) calle»; «Los jugadores son muy dicharacheros a nivel de (en el) vestuario»; «La superstición es habitual a nivel de (entre los) actores».

"A medida que" y "en la medida en que"

La expresión a medida que es temporal y significa 'al paso que', 'según', 'al mismo tiempo que', 'a la vez que', y expresa una progresión paralela de dos acciones: «A medida que pase el tiempo irá remitiendo la crisis financiera».

La expresión en la medida en que es condicional y significa 'en el grado en que', 'en la intensidad en que'y tiene un sentido condicional que nos muestra una relación de dependencia o condicionamiento entre dos oraciones: «El Gobierno ayudará a las empresas de transporte en la medida en que se cotice el barril de petróleo»; «Las ayudas serán eficaces en la medida en que las cuantías sean las adecuadas».

También es válida la forma en la medida que: «Argentina será católica en la medida que sus habitantes acepten el Evangelio»,

No son correctos los siguientes usos de en la medida en que: «Cualquier información que tenga relación con los hechos se conocerá en la medida en que avance la labor investigativa»; «Solo un tres por ciento del electorado británico pertenece a uno u otro partido político. Este volumen se reduce lógicamente en la medida en que se asciende hasta la cúpula del poder». En esos ejemplos debió emplearse la expresión a medida que.